Al leer el siguiente artículo sobre los cientos de papers académicos de dudosa utilidad y de certera casi nula lectura (https://fee.org/articles/academics-write-rubbish-nobody-reads/), no me ha quedado más remedio que hacerme las siguientes reflexiones, que por supuesto comparto con ustedes.
Por supuesto la universidad estatal (pública o privada), no solamente es muy probable que desaparezca, es deseable. Indudablemente el propio estado hará todo lo posible por su continuidad (al fin y al cabo la pagamos todos al margen de su utilidad); pero estoy convencido que cada vez irá siendo más minoritaria, pues ni da respuesta a las necesidades de las empresas y menos aún a las necesidades de aprendizaje de las personas.
Es un coste altísimo para la sociedad, ya que en ciencia y en ciencia aplicada va por detrás de la que se hace en las empresas y; es un coste altísimo para las personas, ya que a nivel individual la mayor parte de los ciudadanos tiene que invertir en la educación estatal más de dos décadas de su vida para aprender cosas que nada tienen que ver con sus talentos y sus deseos o expectativas de aprendizaje.
La universidad es una institución que se ha convertido en un agujero negro que engulle todos los recursos que le des para realimentar sus propios objetivos internos (inflación de instalaciones, profesorado, funcionariado, asignaturas, créditos, títulos inútiles, etc.) y; los propios objetivos del estado (el control ideológico de los ciudadanos), pues la universidad hace tiempo que renunció a la ciencia y el desarrollo del pensamiento crítico, es pura ideología.
Los nuevos modelos de universidad que están emergiendo (on-line, off-university, Singularity University, universidades corporativas, etc...) no pararán de crecer y acudir a ellas cada vez más ciudadanos de todas las edades.
¿Universidades Estatales (públicas o privadas)? ¡NO, GRACIAS!