Los medios y los días

Descomposición de la monarquía, ¿y de España?

Image
05 ago 2020 / 04:06 h - Actualizado: 04 ago 2020 / 14:10 h.
"Los medios y los días"
  • Descomposición de la monarquía, ¿y de España?

Al Inca no se le podía mirar a la cara salvo sus sacerdotes de mucha confianza. A Luis XIV, el rey sol, tampoco. Los reyes han sido lo que han sido generalmente por la gracia de Dios y con frecuencia han servido como punto de unión entre varios grupos de poder que luchaban contra otros grupos. En la transición desde el feudalismo al capitalismo, algunos reyes se mantuvieron fieles a sus raíces nobiliarias, pero otros se unieron a los mercaderes que con el tiempo han construido la globalización y se unieron a ellos porque tanto al rey como a ese nuevo poder burgués les interesaba terminar con el viejo régimen.

España ha llegado al peor de los momentos de descomposición institucional en el peor de los momentos socioeconómicos y sanitarios. Ni planeándolo creo yo que podríamos estar peor que ahora, es el contexto más delicado desde los prolegómenos de la guerra civil. El problema de España es de liderazgo competente, de jerarquías que sepan poner orden en el seno de una Europa que lucha por ser ella misma y desprenderse incluso de la influencia estadounidense, esa dictadura silenciosa que llevamos aguantando desde 1944 con el tratado de Bretton Woods.

La máxima jerarquía es el jefe del Estado auxiliado por eminentes hombres de Estado como le pasó al hoy autoexiliado Juan Carlos I en la transición. Pero todo eso o se toma en serio o estamos ya ante un comienzo de descomposición de la Corona que no sabemos hasta dónde nos puede conducir. Han cambiado mucho las cosas en comparación con aquellos líderes que citaba al principio, de aquello sólo queda esa pequeña reverencia o “cabezazo” de respeto con que se obsequia a los reyes. Hemos asistido a la separación entre doña Elena y Jaime de Marichalar, a las actividades delictivas que han terminado con un Urdangarín en la cárcel, a los desplantes de doña Leticia que yo dudo de que sea monárquica, a unos discursos de Felipe VI que han servido para separar, no para unir. Y ahora a esto del rey emérito.

Todo en un ambiente donde Iglesias juega al comunismo de pitiminí y parece que se cree Lenin a punto de destronar a Nicolás II; con una derecha que no presenta en sociedad a un gran equipo de personas admiradas por todos para que sirvan como un auténtico consejo de sabios que salve al país de su decadencia; todo con esos grupos de nacionalistas separatistas que se crecen cada vez más, con un Pedro Sánchez que ahora se querrá apuntar haber quitado al rey emérito de en medio. Con una extrema derecha que parece que siempre está asaltando el Alcázar de Toledo, prefiere cañones a mantequilla y así jamás va a lograr nada porque la gente quiere orden, pero no de ese tipo y está recibiendo mantequilla por parte de la demagogia pseudoizquierdista del gobierno. Tezanos no miente con sus sondeos, puede que exagere, pero no miente.

¿Qué confianza le damos a la UE y a los inversionistas españoles y extranjeros para que apuesten por nosotros? Es la primera vez desde que murió Franco que me costaría mucho buscar razonamientos con los que defender a mi país ante cualquier polémica externa. Lo de Juan Carlos ha sido una de las guindas amargas de un pastel consecuencia del pasteleo. No hace falta que Juan Carlos se haya ido tan lejos, hay otros lugares reales en España donde vivir y decir aquí estoy para lo que deseen los españoles y la Justicia. Con su conducta lleva a muchos a pensar que no va a volver por muy larga que tenga la mano la Justicia, ¿un nuevo caso Roldán a la vista?

Yo creo que ya urge un gobierno de concentración nacional y si hay que prescindir de Felipe VI y nombrar a una reina se hace o bien se refuerza al rey y se sienta uno a hablar con el separatismo. Caso de que no atienda a razones la estrategia debería cambiar, pero al mundo hay que darle un país tranquilo, en crisis, pero en orden, con decenas de millones de personas unidas para sacarlo adelante.