El 42% de los sevillanos marca la equis a favor de la Iglesia en su declaración de la renta. Una cifra muy superior a la media española, que se sitúa en 33,54%, así se desprende de la memoria económica de la Archidiócesis de Sevilla. Los sevillanos son conscientes de la labor social que realiza la Iglesia y cada vez son más los que marcan sí en la casilla de la declaración de Hacienda. Eso sí, esta asignación tributaria solo supone el 13% de los ingresos de la Iglesia, por lo que debemos seguir insistiendo para que cada vez sean más los que marquen la equis a favor de la Iglesia y aporten a través de su declaración, no cuesta trabajo y para la Iglesia supone mucho.
La Iglesia de Sevilla movió casi 45,4 millones de euros el año pasado, casi un 4% más que en 2016. ¿Saben ustedes de dónde proceden la mayoría de los ingresos? De las aportaciones que, de manera voluntaria, hacen los fieles. Estos ingresos llegan principalmente de los fieles y de otras aportaciones como Cáritas y las parroquias. El 28% de los ingresos de la Archidiócesis fueron aportaciones de los fieles. Esto significa que cada vez hay más conciencia, o al menos debemos tenerla, de la importancia de ayudar al prójimo. Estos datos ponen sobre la mesa el alma caritativa y la solidaridad de los sevillanos que saben que ante necesidades hay que ayudar a los demás y cada uno, a su manera, aporta lo que puede. Pequeños granitos de arena que hacen que aumenten los ingresos de la Iglesia y que, por tanto, se incremente la labor social. La Iglesia se preocupa por ayudar a los más necesitados y ahí están los fieles para hacer la Iglesia cada vez más grande. Pequeños gestos que significan mucho para otros, más de los que algunos se puedan imaginar.
No son los únicos datos que resaltan la solidaridad de los sevillanos. Cáritas ingresó 5,7 millones, de los cuales 2,8 procedían de colectas y aportaciones de los fieles. Y 2,5 millones se destinó para acciones pastorales y asistenciales. No podemos olvidar la labor social que hacen todas y cada una de las hermandades de Sevilla a través de sus bolsas de caridad y, además, aportan dinero para el Fondo Común Diocesano. Unas aportaciones que han incrementado, lo que ha permitido que haya más ayudas para el Seminario Metropolitano. Gracias a ello, el Seminario no le cuesta nada a la Archidiócesis. También colaboran con los centros de orientación familiar y otras obras sociales.
Para que luego haya quien diga que la Iglesia no ayuda a los demás, que los fieles no colaboran y que desde las hermandades no se hace nada. Pues los hechos valen más que las palabras y solo tienen que mirar los datos económicos de la Archidiócesis de Sevilla o, simplemente, ir a conocer un día la labor que se hace desde Cáritas o desde cualquier Hermandad.