La vida del revés

Directos al colapso sanitario

Parece inevitable que nuestro sistema sanitario vuelva a sufrir las trágicas consecuencias de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2. Todo indica que corremos hacia esa situación y nadie parece tener una sola idea para evitarlo

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11 sep 2020 / 08:42 h - Actualizado: 11 sep 2020 / 10:45 h.
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Vamos hacia un desastre sanitario. Nos gustará más o menos la idea, pero vamos directos hacia el colapso en hospitales, ambulatorios, centros de salud o lo que se ponga por delante. Es cuestión de tiempo y lo malo de todo esto es que lo sabemos y nadie está poniendo nada de su parte para encontrar soluciones.

Los jóvenes siguen a lo suyo. Botellón, fiesta y ‘esta no es mi guerra’. Esos mismos jóvenes, acompañados de niños más pequeños (en los colegios) y de jóvenes menos jóvenes (en la universidad) se han metido en las aulas. Y yo no quiero alarmar a nadie, pero si van ustedes por el colegio o por la facultad de sus hijos, igual se encuentran con que eso de las distancias es un sueño que no se va a cumplir nunca, y que el uso de las mascarillas es, digamos, especial. Nada que no estuviera previsto, por cierto.

Los barrios más populares de las grandes ciudades se han convertido en focos de contagios y, por tanto, de infección, descomunales. Si, por lo general, lo estamos pasando regular, en estos lugares en los que se concentran un gran número de personas sin empleos, casas pequeñas en las que viven demasiadas personas, y la nula posibilidad de dejar el trabajo si se quiere seguir cobrando un sueldo; en esos barrios la situación económica es desoladora y la sanitaria una extensión de ese desastre. Pero los que viven algo mejor tampoco escapan al problema puesto que cada mañana se meten en un vagón de metro abarrotado o en el bus abarrotado. Ida y vuelta.

Pero que nadie crea que los que tienen más dinero se libran. Hemos visto yates con decenas de personas a bordo haciendo el imbécil o fiestas descontroladas en terrazas de alto copete. No hay que ser pobre para contagiarse. Ni ser rico te garantiza cierta inteligencia.

Las residencias de mayores se están convirtiendo en motivo de debate por muchas razones. El SARS-CoV-2 ya está haciendo estragos otra vez. Buena parte de los muertos que está dejando esta segunda oleada son personas mayores y muchas de ellas estaban ingresadas en una residencia. No se ha aprendido nada y, nuestros mayores, siguen muriendo sin remedio. Por otra parte, se han descubierto decenas de casos de mala gestión que ha causado problemas gravísimos de los internos incluyendo la muerte masiva en algunas residencias. Las escenas que hemos podido ver en la televisión estos días son demoledoras.

En definitiva, el desastre es brutal. Y los hospitales se colapsarán, y los sanitarios volverán a pagar el pato, y tendremos que llorar muertos y más muertos (¡parece que las decenas que nos dejan a diario ya ni siquiera importan!). Y aquí no parece pasar nada.