"¡No te distraigas, céntrate!" ¿cuántas veces nos habrán dicho eso cuando éramos pequeños?, lo curioso ahora es que nuestro hoy cambia los papeles a esa recomendación, haciendo que el centrarse radique, precisamente, en distraerse. El actual Estado de Alarma creado por la expansión del coronavirus es un desafío a diversos niveles, no sólo sanitario y económico, sino también mental y emocional...
Separando la atención
Desde los abuelos hasta los niños, la actual situación exige ingentes cantidades de paciencia, imaginación, ingenio y cariño para ser un miembro sano del club #yomequedoencasa. Por eso decía que ahora "lo central" es distraerse. Nuestra atención (y la de nuestros mayores y la de nuestros niños) necesita separarse tanto del foco informativo (no hay que obsesionarse con seguir las 24 horas la cuestión del Covid19) como del hecho de los 15 días de aislamiento. Son dos realidades que asumimos y hay que digerirlas de forma que no nos produzcan una indigestión mental y emocional. Y, ¿cómo comienza esa digestión? aquí la palabra clave es: organización. Para superar con éxito los días de reclusión, el mejor favor que puedes hacerte es enfocar el cambio de rutina como una oportunidad para reestucturar, haz que tu físico, mente y emociones trabajen en equipo y eso del agobio te parecerá un mito.
Ocio organizado
Dos palabras clave que me repetía mi madre cada verano, hoy son las protagonistas: ocio organizado. Por ejemplo, a mí me encanta salir a correr, lógicamente ahora no es una opción, lo que hago es adaptar mi afición a la nueva situación, así que cada día despliego mi colchoneta y realizo unos minutos de ejercicios fitness para luego bajar a mi garaje, conectar mi spotify y hacer entre 60 y 90 minutos de bicicleta elíptica. Ahí ya he liberado endorfinas y mi cuerpo se siente satisfecho. También saco a pasear a Atila (mi simpático cachorro de Pastor Alemán) que alterno con la realización de mi trabajo, vía digital, y con ocasionales maratones de mis series favoritas: Outlander, Madam Secretary, Scandal..
Repito: ocio organizado y ¡adaptación por todos lados! Cada día, trabaja tu mente, tu cuerpo y tus emociones haciendo que tu sentido y tu sensibilidad se sientan satisfechos; de tal forma que no te quedes instalado en el "me gustaría estar en el parque" o "ojalá estuviera en esa barbacoa", cuando generamos nuevas formas de satisfacción, en el aquí y ahora, distraemos a la mente haciendo que se sienta bien con el presente. Organizarse y adaptarse también son síntomas de responsabilidad, tanto contigo mismo como con los demás.
Haz y hazte la realidad lo más agradable posible. Y si por momentos sientes agobio y tienes ganas de gritar: "¡estoy hasta los co...!", respira y recuerda, distracciones...