Doce puntos de muy distintas lecturas

Doce puntos en nueve jornadas de Liga: tres partidos ganados, otros tantos empatados e igual número de perdidos. Son lo que suman Sevilla y Betis en este primer cuarto de Liga que está a punto de cumplirse ya. Sobrados para la permanencia, insuficientes para metas mayores, pues con esta cadencia de puntuación apenas se llegaría a 51 al acabar la Liga y eso es sinónimo de octava o novena plaza, no más.

El Sevilla arrancó muy mal el Campeonato, pero va dando síntomas claros de mejoría. En cuanto Emery ha podido recuperar a varios jugadores clave que cayeron lesionados, en especial Banega, también Ramí, y parece haber enchufado a Konoplyanka. El partido del miércoles en Manchester, pese a la derrota, dejó muy buenas sensaciones, mejores incluso que las del 5-0 al Getafe del sábado en Nervión.

Pero Emery tiene aún mucho trabajo por delante, sobre todo sacarle partido a la mayoría de los fichajes que le trajo Monchi en verano: pues a Llorente, Immobile, Kakuta, Mariano o Escudero apenas se les ha visto, lo que se ha visto de N’Zonzi crea muchas dudas y solo Ramí, algo Krohn-Dehli y Andreolli, y últimamente Konoplyanka están respondiendo a las expectativas, que eran muy altas en verano cuando se rehizo de nuevo el plantel con los millones de Bacca o Aleix Vidal, principalmente.

En apenas un mes, Villarreal, City, Real Madrid, Real Sociedad, Borussia y Valencia medirán fuerzas con el Sevilla y permitirán constatar si esa mejoría tiene continuidad o es pasajera. Para lograr los objetivos habrá que elevar el nivel y para ello necesita Emery de todos y, hasta ahora, solo unos cuantos están dando la talla.

En el Betis a Mel le pasa algo parecido con los fichajes. De momento, están aportando poco: pinceladas de Joaquín, pares y nones de Westermann, Vargas y Petros y... pare usted de contar. A Van der Vaart, Digard, Pezzella, Van Wolfswinkel o Tarek apenas se les ha visto, algunos por culpa de las lesiones y otros por diversos motivos.

Los doce puntos que suma el Betis están muy bien de cara a la permanencia, pero el equipo no acaba de adquirir sus propias señas de identidad. Rubén Castro y Joaquín, a sus 34 años, son quienes tiran del carro, y Dani Ceballos, con 19 y recién renovado, no ha dado el paso al frente que se esperaba de él. Mel, como Emery, tiene aún mucho trabajo por hacer, pues la plantilla, sin ser para tirar cohetes, parece que puede dar más de sí. Y tanto una como otra tienen posibilidad de ser mejoradas en el mercado de invierno, así que Monchi y Maciá han de estar prestos y al quite.