Comentario bíblico

Domingo 23 del tiempo ordinario (ciclo C)

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06 oct 2019 / 06:00 h - Actualizado: 06 oct 2019 / 06:00 h.
"Comentario bíblico"
  • Domingo 23 del tiempo ordinario (ciclo C)

Para explicar el salmo de hoy, una narración judía cuenta que, en una ocasión, un rabino preguntó a Elías: “¿cuándo llegará el Mesías?”. El profeta le dijo que fuera a las puertas de la ciudad y lo encontraría cuidando leprosos. Cuando el rabino halló al Mesías, le preguntó: “¿cuándo será tu día?”. El Mesías le contestó con el salmo: “hoy”. Pero al día siguiente todo siguió igual y el rabino se sintió defraudado. Entonces el Mesías le reveló el verdadero significado de aquel “hoy”: “hoy (sucederá todo), si escucháis su voz” (Salmo 94). “Hoy” es el tiempo del creyente. El pasado ya solo puede ser restaurado por Dios y el futuro está únicamente en sus manos. Hoy es el tiempo de la libertad.

Esta llamada al “hoy” de la fe encuentra un modelo dramático en la lectura de Habacuc. El profeta sufre injusticia y se lamenta. Dios le responde que debe confiar y escribir la visión profética. Dicha visión radica precisamente en la fe. El justo solo puede alcanzar la vida añorada por una fe que pone su confianza en Dios.

En el evangelio, los apóstoles también piden a Jesús que aumente su fe, una fe que aún “no arranca árboles”. Bastaría una fe insignificante, como la de un diminuto grano de mostaza, para trasplantar una morera, de raíces muy sólidas. La hipérbole entre la mostaza y la morera anima al discípulo a creer, y expresa la distancia entre la pequeñez de la fe y la maravilla de sus efectos.

Los creyentes, pobres siervos del Señor, deben cumplir sus tareas con celo y fidelidad, sin esperar halagos o recompensas. Dios tiene necesidad de los hombres, pero no le agradan los que se creen indispensables. Esta enseñanza, dirigida especialmente a los ministros, conecta bien con la lectura de san Pablo, que invita a Timoteo a reavivar el carisma recibido, dando testimonio valeroso del Señor y compartiendo los duros trabajos del evangelio.

Preguntas

1. Lee la primera lectura de Habacuc y pregúntate, ¿confías en Dios también cuando las cosas te van mal?

2. En tu vida, ¿te refugias en el pasado, estás siempre pendiente del futuro, o intentas vivir el hoy de la fe?

3. “Siervos inútiles somos, hemos hecho lo que teníamos que hacer”. ¿Te rebelas ante estas palabras de Jesús o aceptas con alegría la humildad de saberte siervo humilde del Señor?