Comentario bíblico

Domingo de la Sagrada Familia (ciclo C)

Eclo 3,3-7.14-17; Sal 126,1-5; Col 3,12-21; Lc 2,41-52

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30 dic 2018 / 06:30 h - Actualizado: 30 dic 2018 / 08:45 h.
"Comentario bíblico"

Por Miguel Ángel Garzón

Las lecturas iluminan la vida de la familia. El Eclesiástico proclama el alto valor del cuarto mandamiento: el que honra a sus padres (incluso en la debilidad física y mental) atrae sobre sí la bendición, la vida eterna y el perdón de sus pecados. Pablo ofrece a los Colosenses un grandioso florilegio de virtudes cristianas, focalizadas en torno al amor entrañable y la fe. Sólido cimiento sobre el que construir una familia.

El evangelio presenta un relato familiar de la infancia de Jesús, que muestra la obediencia a su familia y a Dios. Como familia religiosa, María y José suben a Jerusalén con Jesús (ya con doce años, edad en la que un varón pasa a ser responsable ante la Ley), para celebrar la fiesta de la liberación, la Pascua. En el regreso, Jesús se queda allí, sin que sus padres lo adviertan. Después de tres días de búsqueda lo encuentran en el templo, sentado “en medio” de los maestros de la Ley. La escenificación y la sabiduría de sus sorprendentes respuestas revelan su identidad: Él es el nuevo templo donde reside la plenitud de la Ley, y el centro de la Historia de la Salvación. Y es el Hijo de Dios obediente a su voluntad (“¿No sabíais que debo estar en la casa/asuntos de mi Padre?”).

Si la incomprensión de José y María nos adentra en el misterio de Jesucristo, la actitud de María señala el modo de afrontarlo: “conservar las cosas en el corazón”. Jesús vuelve con ellos a Nazaret, creciendo bajo su tutela en estatura, sabiduría y gracia. Llegará el momento de subir a celebrar su Pascua definitiva, liberándonos de la esclavitud del pecado y de la muerte, y otro tercer día revelará la plena identidad de la que nos hace partícipes: la vida resucitada del templo de su cuerpo, siendo Hijo junto al Padre.

1. A la luz del pasaje del Eclesiástico, ¿cómo es la relación con tus padres?

2. Repasa las características del cristiano que enumera san Pablo. ¿Te ves reflejado en ellas? ¿Cuál debería potenciarse en ti y en tu familia?

3. ¿Está Jesús en el centro de tu vida? ¿Y de tu familia? ¿Sigues su camino de hijo obediente al Padre?