Comentario bíblico

Domingo XV tiempo Ordinario

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14 jul 2019 / 08:06 h - Actualizado: 11 jul 2019 / 14:08 h.
"Comentario bíblico"

Domingo XV tiempo Ordinario (ciclo C)

Dt 30,10-14; Sal 68,14.17.30-34; Col 1,15-20; Lc 10,25-37

Las lecturas presentan la Palabra (Ley) de Dios como camino de vida. Moisés, a las puertas de la tierra prometida, pide al pueblo que escuche a Dios y cumpla sus preceptos que no están lejos sino a su alcance: “en tu corazón y en tu boca”. De esta forma encontrarán la vida, tal y como proclama el salmo: “Buscad al Señor y vivirá vuestro corazón” (Sal 68).

Esta vida es lo que busca el letrado que se acerca a Jesús. Acostumbrado a las disputas legales, quiere ponerlo a prueba, y le pregunta sobre el camino a seguir para heredar la vida eterna. Jesús le remite a la Ley que bien conoce: amar a Dios (Dt 6,5) y al prójimo (Lv 19,18) es el camino para la vida eterna. Pero el letrado queriendo justificarse, es decir, sabiendo que no sigue esta senda, pregunta sobre la identidad del prójimo merecedor de su amor. Jesús le responde con una sencilla

parábola, recreando a un hombre asaltado y apaleado que necesita ayuda. Un sacerdote y un levita (ámbito religioso oficial) pasan de largo y dan un rodeo, pero un samaritano (impuro y enemigo – considerado no prójimo) lo auxilia. Se acerca con amor compasivo, procurándole lo necesario para vivir. Entonces Jesús interpela al letrado dando la vuelta a su pregunta: “¿Cuál se portó como prójimo del apaleado?”. La cuestión no es quién es el prójimo digno de mi amor, sino de quién me hago yo prójimo. Para ello se requiere la compasión, conmoverse ante el dolor del hermano necesitado y “practicar la misericordia con él”. Jesús le ha mostrado el camino, ahora le falta recorrerlo: “ve y haz tú lo mismo”.

Cristo, como afirma Pablo, es la plenitud de la revelación (Palabra de Dios), el fundamento de la creación y de la Iglesia, y el camino hacia la vida eterna.

1. ¿Escuchas cada día la voz del Señor en su palabra? ¿Está presente en tu corazón y en tus labios?

2. ¿Con qué personaje de la parábola te identificas? ¿Por qué?

3. ¿Qué situaciones concretas te están pidiendo ahora compasión y misericordia?