Dos estilos macarenos

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11 nov 2017 / 22:58 h - Actualizado: 11 nov 2017 / 22:59 h.
"Siempre de frente"

Los macarenos tienen hoy una difícil elección. Deben elegir al hermano mayor y la junta de gobierno que marcarán los designios de la hermandad los próximos cuatro años. Y como en las tres últimas elecciones, hay más de una candidatura. Dos estilos diferentes, «como el agua y el aceite», admiten los candidatos; dos formas de entender la hermandad, con los mismos mimbres y los mismos objetivos, pero «con distinto metal»; dos personas de dentro, de la última junta y con años de experiencia en distintos puestos en la hermandad, dos históricos que se han volcado con todo lo que se las ha encomendado, que conocen al dedillo los entresijos de esta corporación y que van arropados por oficiales a prueba de dedicación y entrega –lamentablemente sólo una mujer entre las dos candidaturas, supongo que no hay más debido a la difícil conciliación laboral y familiar–.

La decisión es compleja. Y supongo que la balanza se acabará decantando por uno u otro candidato en función de la cercanía personal, del conocimiento o del trato, o por esos matices que diferencian sus propuestas, porque, aunque hay muy variadas en todas las vertientes –formación, cultos, caridad, juventud, mayores, patrimonio...– las que se valoran desde fuera radican en salida extraordinaria sí o no para 2020, con motivo del 425 aniversario de la fundación de la hermandad; disposición a renunciar al paso por Cuna a favor de la Alfalfa y Puente y Pellón para contribuir a desatascar la Madrugá o la ubicación del columbario.

Ambos han admitido que no ha habido intento de acercamiento por ninguna de las dos partes; no se han planteado una candidatura de consenso en ningún momento y señalan, que salvo por las «miserias humanas» que se han dejado entrever en las redes sociales, el hecho de que en una hermandad de 14.500 hermanos surjan dos candidaturas no es malo... Salvo porque deja entrever las fisuras en la hermandad, unas heridas de las que los dos candidatos son muy conscientes y, según dicen, será lo primero que intenten sanar una vez que mañana uno u otro sea hermano mayor electo y en quince días, aproximadamente, tome posesión.

Santiago Álvarez, teniente de hermano mayor, y José Antonio Fernández Cabrero, consiliario de obras sociales, los dos candidatos en estas elecciones se han volcado en estas elecciones –actos públicos dirigidos a sus equipos y a sus hermanos, entrevistas, encuentros con la prensa– convencidos de que sus propuestas son las mejores para el futuro de la hermandad. Sea como sea, gane quien gane, me temo que hoy pierde la hermandad, que sale más dividida y herida de todo esto. Ojalá pronto sanen las heridas. Seguro que los candidatos –tanto el que gane como el que pierda– no dejarán de intentarlo.