Echándole valor

Image
Manuel Bohórquez @BohorquezCas
17 mar 2020 / 10:54 h - Actualizado: 17 mar 2020 / 10:56 h.
"La Tostá"
  • Echándole valor

TAGS:

Te encierras en casa, como nos han pedido, pero a veces tienes que salir a por pan, comida o pienso para tus mascotas y entonces te das cuenta de que estamos en peligro de verdad. Casi diez euros dos pechuguitas de pollo, cuando un pollo entero cuesta entre cuatro y seis, siempre dependiendo del peso, claro. No había pollos enteros en El Campito, en La Puebla del Río, donde esta mañana muy temprano estábamos tres y el de la guitarra en este supermercado y dos me miraban como diciéndome que si me acercaba a ellos me estrangularían. La cajera, hasta las trancas, tenía puesta una mascarilla, aunque no tuviera el coronavirus, porque de tenerlo, es de suponer que no estaría trabajando. Ganas de llorar no, lo siguiente. Está todo muerto y si ves a alguien por la calle te mira como miraría en la selva al león que lo puede devorar. Para colmo, anoche se fue la luz en la urbanización y ha venido por la mañana, luego estaba ya pensando en echarme a los pinos a buscar espárragos y piñones, que se pueden comer crudos. Cuando pase la pandemia, que pasará, según nos dicen, tendremos que hacer todos un buen curso de al menos un año de duración para saber defendernos en caso de una tragedia como esta, que, curiosamente, se esperaba desde hacía años y ahora todo son improvisaciones, chapuzas y estrategias del pánico. Estoy por apoyar al Gobierno, en serio, pero empiezo a pensar que, además de llegar tarde y moverse con torpeza, no saben muy bien cómo hacer para que los ciudadanos entendamos de una vez por todas que el asunto es muy serio y que de dos semanas, nada de nada, y lo sabían cuando decretaron el Estado de Alarma. Supongo que si nos hubieran dicho que era cuestión de tres meses nos hubiésemos ido en estampida a buscar cuevas en los montes, o algo así. A esto hay que echarle valor porque tengo la impresión de que quienes tienen que echarle talento están hasta las trancas, que son los responsables de nuestra seguridad y supervivencia. O le echamos valor cada uno de nosotros, primero haciendo caso a lo que nos dicen, que es lo más importante, y luego agarrándonos a un clavo ardiendo, o lo tenemos crudo. Iba a referirme al desastre económico, pero hoy es demasiado para un solo corazón y después de haber venido de la calle, donde casi todo huele ya a miseria.