Tribuna

El albero en las Setas y la mantilla en el Real

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28 mar 2021 / 04:00 h - Actualizado: 28 mar 2021 / 04:00 h.
"Tribuna"
  • Gregorio Barrera
    Gregorio Barrera

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Me escribe una lectora una amable carta, (género literario que practicaba, entre otros, Leopoldo Alas Clarin), denostando que en un anterior artículo dijera que en Sevilla este año no había florecido el azahar y me acompaña una fotografía demostrativa de mi craso error. Sé que me perdonará, porque la mascarilla releva de culpa, todo sea porque apenas se activa el nervio olfativo con ella puesta y a mi, -qué les voy a decir-, hasta a veces se me nubla la vista.

Y me refiero al auténtico Clarín, que el Ministro de Universidades confundiera con su hijo. Por suerte, no fusilaron al padre, aunque cualquier otro con el mismo cargo que Castells (así se llama el docto gobernante) se hubiera ido, por atribuir una muerte sólo a él debida.

Después de leer la misiva, he empezado a suspenderme entre naranjos, implorando indulgencia, porque de entre las amargas aplastadas por los neumáticos de los coches, es cierto que ha brotado el azahar, palabra de origen árabe, que derivó también al término “azar”. Es más, con gran disimulo,- no sea que me alcance el poder sancionador del Estado-, confieso que me bajé la mascarilla y efectivamente el aire leve me regaló su memoria de favorita del Califa y adjetivo de los versos de Miguel Hernández, “frontera de lo puro, flor y fría, de verde resultó jamás exento...”

En breve, si seguimos las recomendaciones de nuestro Juan Espadas, la mantilla se llevará sin Virgenes dolientes; pasearemos de Domingo de Ramos por la carrera oficial ausente de palcos ni honores; y hasta, si se ponen, celebraremos la Feria en el Centro... Y así, más pronto que tarde, asomarán por la calle Imagen, los camiones provistos del albero amarillo, que cubrirá Las Setas, solo sea para leer el parte meteorológico siempre gozoso y sonrojado de Maldonado.

Por poner, hasta se promocionará la venta de las sillas plegables de los chinos, que usaremos para el debido descanso después del vano caminar –sin marchas ni procesiones- por el sendero de la calle Parras...

Juan Espadas, al que no se conoce ni una mala palabra ni una buena acción, continúa con su promoción, en una campaña de marketing auspiciada por otros. Y de tanto empujarle, acabará saliendo –ya verán- movido en las fotos, aunque –eso que no falte- eligiendo como momento el plagio de los velos negros o los faralaes.

En Sevilla, ha empezado a reinar lo paranormal. La metafísica, esa que promovía negar las manchas solares que aparecían en los telescopios.

¿Imaginan Vdes. a los gaditanos haciendo como que se montan en el fenecido vaporcito que les llevaba de El Puerto a Cadiz? Pues aquí, como nunca pasa nada, tendremos Semana Santa y hasta Feria; y ole ole, tomaremos manzanilla al paso de la cuarta, entre La Campana y el viejo Vilima.

Mientras escribo esto, mi hijo de seis años, me mira con semblante serio y me dice “Papá, todo eso está muy bien, ¿pero cuándo salgo yo de nazareno en el Cristo de los Gitanos?”