El alma rota

Image
21 oct 2021 / 04:00 h - Actualizado: 21 oct 2021 / 04:00 h.
  • El alma rota

No quiero extenderme hoy mucho en esta columna de opinión que tengo en El Correo de Andalucía, reconozco que tengo el alma partida y que no se, cuánto tiempo podré seguir así... Déjenme que les explique.

Desde hace un tiempo me encargo de la sección de mascotas del diario, haciéndoles llegar curiosidades, cosas interesantes, cuidado y, me destaco, en estos últimos tiempos, por la defensa a ultranza de los animales. Caballos, periquitos, perros, tortugas... y especialmente de los gatos. Me reconozco amante de los gatos, por como son y por lo que me aportan.

Pueden que no lo crean pero me han sacado mis tres amigos, mis tres compañeros, mi tres peluditos, de más de un bajón anímico, con sus cariños, sus ronroneos y su amor incondicional. Reconozco que los tengo viviendo como se merecen: como reyes. Me gustaría que siempre y todos estuvieran igual y sé que eso no puede ser.

Pero desde que escribo la sección son muchas las personas que me escriben, que me envían sus problemas, y me envían imágenes aterradoras de gente que maltrata a los animales de forma cruel, despiadada, provocándoles serios daños, mucho dolor y hasta la muerte.

No sé qué tipo de individuo puede provocar tanto sufrimiento, tanto dolor, imagino que gente amoral, sin escrúpulos, indolentes, gente sin humanidad, reprimidos, cobardes, canallas, que merecen todo lo malo que les pueda traer la vida. Sinceramente lo afirmo sin ánimo de retractarme.

Hacer daño a un animal indefenso, a cachorros de perritos o gatitos es lo más bajo que se puede hacer, es nauseabundo y merecen que las autoridades los castiguen lo más severamente posible, con penas elevadísimas, de prisión, y que lo pasen todo lo mal que puedan.

Recibir imágenes de animales que lo pasan tan mal me parte el alma, me ha roto el alma ya en varias ocasiones, me hace sufrir, pasarlo mal, involucrarme aún más en la defensa de los animales y llamar a la concienciación de la sociedad del cuidado, respeto y compromiso que se adquiere cuando se lleva a un peludito a casa.

Me parte el alma ver a un animal tan noble como un caballo tendido en el suelo, famélico, muerto casi de hambre porque un despiadado así lo ha decidido. O quién caza gatos por “deporte” y que merece ser cazado de la misma forma. O quien ahorca a un galgo por que ha dejado de ser útil, ese propietario solo merece quedar suspendido de la misma forma...

A quién no le guste mis palabras que deje de leer, creo que es por humanidad el no hacer eso a los animales, el no infligir dolor, en no desatender, el no dejarlos morir. No entiendo a este mundo de hoy, no entiendo a esas bestias de dos patas con carnet de identidad que son capaces de esto y que deberían estar en un censo de asesinos hijos de mala madre que es lo que son. Lo puedo decir más claro pero no hacen falta más añadidos a mis palabras.

Por favor, es un llamamiento a las autoridades: endurezcan las penas a estos asesinos, endurezcan las multas, que se queden sin nada, pero que no lo vuelvan a hacer. Se me parte el alma.