Sería absurdo pretender señalar el día exacto en que acabó la Edad Media y comenzó el Renacimiento. Pero un día como hoy, al inicio de este año, se siente la sensación de que puede empezar una etapa nueva de las vidas individuales y colectivas de todos nosotros.
Habrá que esperar para comprobarlo. Pero aunque sea en el ámbito de la voluntad, será difícil encontrar a alguien que no comparta o desee tener la misma sensación.
Por lo pronto, ya hay asuntos certus an, sabemos que se van a tener que afrontar. Sólo nos falta saber cuándo (parece que pronto) y hacia dónde se orientará la solución.
De la decisión que tomen muy pocas personas va a depender el futuro de muchos. Pronto (aunque parezca difícil) sabremos si tendremos gobierno o debemos acudir otra vez a las urnas. Y en función de cómo se resuelva esta incógnita se producirán unos efectos en cascada de diverso signo.
2016 será el año en que sabremos si ha llegado ya para Susana Díaz la hora de aspirar a la presidencia del gobierno. Nunca he tenido dudas acerca de que ese momento habría de llegar. Lo que no sabía es que la encrucijada se presentaría tan pronto. Cualesquiera que sean los candidatos a disputar en un futuro la presidencia del gobierno de España estoy seguro de uno de ellos será la actual presidenta de la Junta de Andalucía. Y si es capaz de convencer a la sociedad española como ha hecho con la andaluza, será la presidenta del gobierno, la primera tal vez.
Si ella comparte esta opinión estará ahora decidiendo si ha llegado el momento y actuar en consecuencia o esperar a que los acontecimientos decidan por ella. No creo que este sea el caso que más cuadra con su carácter.