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Los medios y los días

El arte de delinquir

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14 ago 2020 / 04:00 h - Actualizado: 14 ago 2020 / 04:00 h.
"Los medios y los días"
  • El arte de delinquir

Si ciertos dirigentes de Podemos, empezando por Iglesias, se han visto tentados a hacer algo que sea delito, no se puede actuar así como así, este personal está demostrando su bisoñez hasta en eso. Tales muchachos y muchachas se están enterando de quiénes son -seres humanos, no querubines- con la justicia pisándoles los talones en lugar de fastidiando al prójimo en la universidad, en alguna fiesta. separándose de la pareja, rompiendo un matrimonio con un divorcio o sufriendo cómo te marginan en el partido por no lamer el trasero de ese jefe que predicaba la igualdad y la transparencia en los llamados círculos. Fui hace años invitado dos veces a participar en ellos y, al ver tanta pamplina hiperdemocrática, me dieron otra razón más para irme de esta izquierda.

El caso es que para delinquir hay que tener el arte que dan los años, incluso los siglos. ¿Cómo vas a echar a la calle a un abogado del partido que maneja información que te puede comprometer? O le haces caso en lo que te está diciendo, o lo metes en la pomada, si se deja, o lo asciendes y lo callas o le sacas a él sus posibles muertos de su armario, pero dejarlo en la calle es como poner una bomba en las tripas del partido. El mozo ha largado y la toga ha actuado y si el togado además tiene un corazoncito determinado ya vas listo porque todos sabemos que la venda de la Justicia contiene a veces agujeros, no digo que sea su caso, señoría, no se me enfade y me empapele, que dicen que usted no se deja impresionar, sólo soy un plumilla que se hace eco de lo que se oye en la calle y en las redes, no sólo en este caso sino en bastantes otros.

Me acuerdo del Caso Malaya. Un momento, voy a consultar cuando empezó el asunto. Sí, me dice el Oráculo de Delfos Internet que en 2005. Algunos de los implicados procedieron a comprar objetos de lujo cuando hasta entonces, como suele decirse, no tenían donde caerse muertos. Pues claro, leche, ahí vio la policía y la justicia una pista para encausarlos. Esa gente carecía del arte de delinquir, del arte de robar, que funciona a diario en el mundo.

A ver, el PP y el PSOE han estado años con sus asuntos turbios, al final los han cogido -en los que conocemos- pero por dejar cabos sueltos y gente descontenta. Aun así, ¿cuántos años han tardado? Bastantes. Y eso ha sido porque ya eran alumnos aventajados en el arte de delinquir. A ver quién les quita lo bailao porque algunos ya están en la calle o con los grados esos que te permiten ir a dormir a tu casa o, al menos, echar un pis en ella.

Ahora bien, los sumos artistas en el arte del engaño y el delinquir son las empresas publicitarias y los bancos, lo que ocurre es que lo que hacen es legal, por tanto, no se les puede llamar delincuentes, más bien, que actúan con poca ética, con un lógico derecho a ganar dinero, etc. Pero hubo un tiempo en que la usura y la mentira eran delitos habituales. Sin embargo, no sé en España por qué hablamos tanto de que los políticos mienten si es perfectamente legal que un acusado de algo mienta todo lo que quiera en sala judicial para defenderse y los abogados defensores inventan magníficas historias para que su cliente se vaya de rositas. Vamos que eso lo he vivido yo directamente en la universidad y he preferido dejar el asunto en la conciencia de quienes lo hicieron, si la tuvieran.

Delante de mí pasan anuncios en los que se utiliza a la mujer como objeto, al niño como gancho para comprar o como cebo para llevar a cabo un chantaje emocional; otros en los que se publicitan productos que se supone que te van a hacer feliz o que alimentan como un filete -como aquellos petit-suisse, ¿se acuerdan?- y no pasa nada.

Cuando sobre 2006 mi banco -digo mi banco porque es mi señor feudal- tasó la casa que quería comprar lo hizo bastante por encima de su valor y aquí sigo, pagando la hipoteca, meses sólo abonando intereses, y lo que te rondaré, morena. Es legal, todo es legal, porque los bancos los inventaron los que tienen dinero o los espabilados que vieron que los que tenían dinero anhelaban poseer más.

Hay muchas cosas legales en el mundo que son legales porque a los potentados les interesa, empezando por los paraísos fiscales. De manera que Podemos, si es que ha decidido meterse en la porquería que tanto rechazaba, a ver si tiene más malicia y se matricula en un buen máster sobre el arte de delinquir.