Ojana in Excelsis

El cabo Cañaveral del Charco de la Pava

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Juanmi Vega @Juanmivegar
06 dic 2022 / 12:47 h - Actualizado: 06 dic 2022 / 13:02 h.
"Espacio","Ojana in Excelsis","Agencia Espacial Española"
  • Montaje de @elpaquito_2
    Montaje de @elpaquito_2

Sevilla ha sido elegida la sede de la Agencia Espacial Española. Una designación, en teoría, buena para los intereses de la capital andaluza en un intento de evitar que el turismo sea la única fuente de ingresos de la ciudad.

Cuando uno lee la noticia puede pensar que vamos a tener una especie de NASA en la ciudad y con ello llegan las fantasías.

Lo primero es buscar el lugar de los lanzamientos de los cohetes. La explanada más propicia para ello, sin atisbo de duda es el Charco de la Pava. Bajar la cuesta de la A-49 y encontrarte el anuncio de un club de luces de neón y al lado la puntita del chisme espacial puede ser glorioso.

Ahora viene el tema de los nombres de los vehículos. Los americanos tenían el Columbia, Challenger, Discovery, Atlantis y Endeavour. ¿Cómo bautizaríamos a los nuestros? ¿Con nombres de sevillanos ilustres o de lugares?

A mí me gustaría que el primer transbordador espacial que saliese de Sevilla se llamase “Pavía I”, por la forma de cohete que tienen dichos alimentos. Para la ardua tarea de conseguir la primera circunvalación a Marte, el cohete encargado de la misión sería “El Tremendo” y cuando pisásemos el planeta rojo, el nombre apropiado del vehículo sería “El Coronado”. Otro nombre que puede quedar muy bien es el “Melva Canutera”. Yo me imagino a Walter Cronkite narrando el despegue del “Melva Canutera” y se me caen dos lagrimones. Por último, y no menos importante, necesitamos una nave que lleve suministros al espacio. Esta tiene que llamarse “Tussam 27”, porque estará como su homólogo terrícola: todo el día dando vueltas.

También es fundamental elegir la nomenclatura del centro de control. Si Tom Hanks en Apolo 13 hablaba con Houston, aquí tendría que hacerlo con Triana. No puede ser de otra forma. Obviamente, este centro de control lo formaría el Consejo de Cofradías y para poder despegar una nave tendría que pedir la venia.

Todo esto está muy bien, pero lo mejor sería que nos centrásemos en los problemas terrenales que tenemos, que son muchísimos, y dejásemos los del espacio para otro momento. No somos capaces de mirar hacia el suelo para terminar una red completa de metro cuando ya estamos mirando hacia arriba.