El confinamiento, Unamuno y Manolo

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27 may 2020 / 07:42 h - Actualizado: 27 may 2020 / 07:44 h.
  • El confinamiento, Unamuno y Manolo

Confinar era: Enviar o desterrar obligatoriamente a alguien a un lugar del que se le impedía salir. Era una pena, hoy desaparecida del Código .

Ejemplo: a Unamuno lo confinaron la isla Fuenteventura.

Unamuno era un intelectual del siglo XIX que no cuajaba con el siglo XX. Un hombre culto. Su misión era reflexionar sobre la visión de la sociedad y la política, en su faceta de filósofo. Tuvo en este sentido, ideas muy avanzadas y una gran lucidez. Era un hombre digno, y respetaba al hombre. Aunque como a Diógenes, le costaba trabajo encontrarlo. En el caso concreto, su confinamiento de 1924 en Fuerteventura, resultó fértil porque descubrió un entorno que le devolvió al mar, ya que él nació a orillas del Golfo de Vizcaya. Fuerteventura le favoreció la inspiración poética y desarrolló una gran obra.

Hoy el confinamiento es una “limitación de la libertad de circulación de las personas” en sentido duro. Reclusión domiciliaria.

Mi amigo Manolo se encuentra se encuentra entre Unamuno y Séneca.

Me contaba el lunes 30 de marzo del 2020, días de dureza extrema del confinamiento, sin un alma en las calles...

“Hoy he ido a un supermercado cerca de Plaza de Armas, a hacer una compra grande. Para un envío. Cuando he llegado a caja para pagar, me ha dicho el cajero que han suspendido temporalmente los envíos. Y le he respondido que como me iba a llevar entonces la compra. Que todo eso no me lo podía llevar en bolsas. Me da la opción entonces de llevármela en un carro de cortesía, dejando allí como garantía de devolución mi DNI. Y así lo hice. Me llevo el carro empujándolo con dificultad por el asfalto dado que no hay coches circulando. Más fácil en cualquier caso que por la acera. Llego a casa, saco todo lo comprado y vuelvo al sitio, a devolver el carro y a recuperar mi DNI. A mitad de camino, más o menos a la altura del Centro de Salud de la calle Marqués de Paradas, me para un soldado de la UME (Unidad militar de emergencias), una mujer tamaño armario ropero, y me pregunta que a donde voy. Le cuento la película y me dice que me resguarde en un portal de tres gotas de lluvia que estaban cayendo, que ella me lleva el carro al supermercado, me recoge mi DNI, y me lo trae de vuelta. Le digo que eso puedo hacerlo yo sólo. Pero me insiste y me dice que, entre sus funciones en esta crisis sanitaria, también está ayudar a las personas MAYORES. ¿Habéis oído? ¡A las personas mayores! ¡A mí, que acabo de cumplir 60! ¡Joder!. Me dejó sorprendido, no acerté a responder, me cogió el carro y se fue a devolverlo. Y allí me quedé, esperando resguardadito en el portal a que volviera, hundido en la miseria de la tercera edad. De verdad, no doy crédito”

Cuando llegue a casa me miré en el espejo, para comprobar, si el simple hecho de haber cumplido recientemente 60 años, había supuesto algún importante cambio físico...en el que no había reparado...la insoportable levedad del ser...Todo parecía estar en su lugar.

“Y para completar el día, esta mañana me han llamado al móvil de una aseguradora, para ofrecerme un seguro de decesos.”

Mi amigo Manolo acaba de cumplir 60 años, pero en realidad sólo tiene 15, ya que cumple años los 29 de febrero.

Manolo, no te preocupes, le contesté, peor es que te llame “Señor” una chica joven.-

Les desvelo un enigma, lo que le estaba pasando al "probe" Miguel...era que estaba confitado.