En mi experiencia de vida, la práctica de ejercicio físico se ha convertido en algo fundamental para estar bien, tanto a nivel psíquico como físico.
En los momentos más difíciles de mi vida, el deporte, la oración y la meditación, han sido mis grandes aliados para superarlos.
Si realizas ejercicio físico como mínimo, 3 días a la semana:
Tus músculos se fortalecerán
Aumentará el nivel de tu masa ósea y ralentizará la osteoporosis.
Se equilibrarán tus niveles de colesterol y de glucosa.
Se controlará tu tensión arterial.
Disminuirá la posibilidad de la formación de coágulos sanguíneos, y aumentará tu capacidad de disolverlos.
Ahora también sabemos que, durante el ejercicio físico, no sólo están sucediendo cosas a nivel muscular, sino que además están ocurriendo cosas a nivel cerebral.
Cuando una persona hace ejercicio regularmente, se libera 5 neurotransmisores: Dopamina, Serotonina, IGF-1, Acetilcolina y Endorfinas. Estos 5 neurotransmisores que son neurohormonas producen cambios muy importantes en el estado emocional de una persona.
Otro de sus beneficios, es que potencia la memoria, porque aumenta una substancia que se llama BNFD, que favorece la conexión de las neuronas.
El sedentarismo daña nuestro organismo.
Nuestro mundo es estresante y cambiante. Mantener la paz es fundamental. A mi parecer, el ejercicio físico es uno de los pilares para ello.
“La falta de actividad destruye la buena condición de todo ser humano, mientras que el movimiento y el ejercicio lo conserva”.
Platón