La vida del revés

El discurso del Rey y las hienas

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25 dic 2020 / 16:44 h - Actualizado: 25 dic 2020 / 17:21 h.
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Algunos políticos son hienas. Y se lanzan sobre sus presas sin compasión, con el afán de destrozar al que creen que es su enemigo.

Ayer, tras el discurso del Rey Felipe VI en la televisión, el portavoz parlamentario de Podemos, Pablo Echenique, y el diputado de la misma formación política Jaume Asens, aparecieron en las redes para decir que el Monarca ya sabía lo que hacía su padre desde que era pequeño y que devolviera el dinero que su padre había afanado en algún lugar de la Tierra. Cosas parecidas. Iglesias, Montero y Garzón, debieron obedecer al presidente Sánchez y se quedaron calladitos. En Podemos tienen claro que demoler la Jefatura del Estado les vendría muy bien para mejorar en las estadísticas desastrosas que acarrean desde hace meses.

¿En qué se diferencia nuestra monarquía parlamentaria a una presidencia de república? Pues en casi nada. Alguien podría decir que la gran diferencia es que al Rey nadie lo ha votado. El portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, ironizaba en Twitter con este aspecto: «Tan malo no será si nunca ha perdido unas elecciones», dijo. Sin embargo, este es de lo que se creen que si ellos no han votado algo es como si nadie lo hubiera hecho jamás. Les gustará más o menos a algunos, pero al aprobarse la Constitución de 1978 se aprobaba la monarquía como forma de Jefatura del Estado. Del mismo modo, si queremos que las cosas sean distintas habrá que votar. No sirve de nada ponerse gallito para que los fans se pongan a festejar lo que no deja de ser un deseo y poco más.

Los socialistas, avisados por Tezanos, se han conformado con decir que les parece bien lo que diga el Rey Felipe VI. Sabiendo que pueden perder votos a espuertas, si se suman al ataque feroz de Iglesias y los suyos contra la Corona, han debido pensar que es mejor que Iglesias pierda lo que tenga que perder y ellos ganar lo que tengan que ganar.

El rey emérito ha cometido errores brutales y vergonzosos, pero eso no es motivo para que podamos pensar que toda la familia real es una especie de banda criminal dedicada a expoliar el erario púbico. Conviene recordar que la forma de realizar cambios es depositando el voto en las urnas y no poniendo mensajitos en las redes para encender los ánimos y convertir la convivencia en España es algo casi imposible.