La Gazapera

El duende ronco de Caracol

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
20 feb 2021 / 09:49 h - Actualizado: 20 feb 2021 / 09:50 h.
"La Gazapera"
  • El duende ronco de Caracol

Dentro unos días, el miércoles, 24, se van a cumplir cuarenta y ocho años de la muerte de un genio del cante, Manolo Caracol. Parece que fue ayer, pero ya ha llovido. Vivía aún en Palomares del Río y escuché la luctuosa noticia en Radio Sevilla. “Ha muerto Manolo Caracol”, dijeron, y sentí un extraño escalofrío. Extraño porque tenía solo 15 años y no sabía nada del artista sevillano. Ya viviendo en Sevilla, en el verano de ese mismo año, un gran aficionado de la Carretera de Su Eminencia me dejó una cinta casete y cuando lo escuché cantar recuerdo que dije: “Este hombre estaba ronco cuando grabó esos cantes”. Su voz, a veces, parecía un arañazo en un cristal. Cinco años más tarde estuve en la casa de Antonio Mairena, de la sevillana calle Padre Pedro Ayala, y cuando le nombré a Caracol, dijo el maestro: “Lo de nosotros es otra cosa”. Saben que Mairena y Caracol no se podían ver, siendo dos genios del cante, gitanos y nacidos en el mismo año, 1909.

Algo hubo entre ellos cuando eran jóvenes y jamás tuvieron una buena relación. Paco Vallecillo, gran amigo del mairenero, dijo un día que eran rivales, pero lo cierto es que no lo fueron nunca porque cuando Caracol se hizo figura, en los años veinte del pasado siglo, Mairena no había salido de su pueblo, donde por cierto le estimaban poco como cantaor. Cuando su amigo Ricardo Molina, el poeta de Puente Genil, amañó un concurso para darle la Llave del Cante, en 1962, siendo aún muy desconocido, pero convirtiéndose en figura, Caracol iba ya de vuelta de todo y no cabía la rivalidad inventada por el empresario de Los Barrios afincado en Ceuta. Fueron además cantaores muy diferentes: Mairena fue un artista para una minoría y Caracol un fenómeno de masas. El de la Alameda, de la calle Lumbreras, era puro fuego. Mairena, técnica depurada y calculada. Pero ambos crearon escuela en el cante y hoy son dos pilares imprescindibles y espejos para la mayoría de los cantaores actuales.

Caracol era capaz de volverte loco en un segundo. Era un cantaor de emoción, de voz ronca y profunda. Creador, su obra es un tesoro de cultura andaluza. A ver cuándo la Junta de Andalucía reúne toda su obra en un estuche, como se hizo ya con Mairena, la Niña de los Peines o Manuel Torres. En 2022, o sea, ya mismo, sería un buen momento porque se cumplirán cien años de su participación en el Concurso de Cante Jondo de Granada, que ganó junto al anciano Tenazas de Morón. Allí nació Caracol, en aquel certamen que organizaron Falla y Lorca apoyados por artistas e intelectuales de gran talla. Allí abrió por primera vez el tarro de la esencia del cante gitano un niño de 12 años que había nacido un siglo atrás, cuando el Planeta y el Fillo, sus antepasados, se zurraban de lo lindo.