Circulan por las redes toda suerte de rumores que atribuyen a cada personaje famoso su clon, aunque yo -que ya peino canas-, prefiero denominarlo doble.
En España, todo empezó con Franco. Decían que había fallecido mucho antes de las lágrimas del Marqués de Villaverde y -fruto de esa teoría conspiranoica-, “Espérame en el cielo”, la película de Mercero, con bolero de Antonio Machín, en la que el entrenamiento del figurante consistía en la voz de pito y levantar el brazo “cada cinco segundos”, durante las inauguraciones de pantanos o en la Plaza de Oriente.
La reina Isabel II de Inglaterra es otro de los recursos de los complots de duplicados. Unos la sitúan embalsamada desde el COVID y otros como inmortal monarca reptiliana.
Y una de las últimas, es que Steve Jobs es John Lennon redivivo. Superpongan sus rostros y les dejo a Vdes. la tarea de despejar la incógnita.
Pero no hay otro como el Emérito. Habría que bendecir a Rubalcaba por su patente de título para nuestro Juan Carlos I, producto ibérico por antonomasia. “Spain is different”.
Fue verlo en la foto familiar en Emiratos Arabes, con su camisa rosa y no lo dudé. “Este hombre está más joven y más guapo”, me dijo mi sacamuelas que se declara juancarlista acérrima. “Qué bien le sienta Abu Dabi, cómo se le ocurriría estar con Corinna, cuando él es mucho más apuesto”. Por si acaso, retiré las ampollas caducadas de bótox, que la arruga es bella...
Pero fue bajarse del avión privado y nuevamente titubeé. Pareciera aquellos galanes que antaño veraneaban en Biarritz. ¿Es nuestro Rey o su clon?.
La duda me surgió cuando rehusó la supuesta comisión que le ofreció Piqué, por la Supercopa. Y es que ya saben, Tebas tiene oídos por todas partes y sufre por lo que escucha, será que lo quisiera para él y su manijero judicial, el bendecido yerno de Oscar Alzaga, ese que maniobra con el Juez San Pedro (el que calificó de falta el aparcamiento de Esperanza Aguirre) y con Enrique Arnaldo, la única fruta envenenada que, como Eva a Adán, Pablo Casado nos ha legado tras su paso por Génova.
Pero a lo que vamos, que después el editor me regaña. ¿Es éste nuestro campechano o su clon?
El rumor es la antesala de la noticia, que exclamaba el Butanito y ha sido la Leti quien me ha despejado todas las dudas, cuando ha rechazado fotografiarse con él.
Este Emérito no necesita clon. Es el relato del monumental engaño de un pícaro ungido por el doble de Franco. Su realidad supera la invención. Entre su desbordante líbido (qué envidia), los servicios de Villarejo, sus bastardos, el delirio, el afán de ostentación, su afición a la fiesta (yo invito, pero tu pagas), la caída de este parasito del franquismo es tan formidable como su oscuro retiro en Abu Dabi, ahora interrumpido para montarse en el Bribón. Siga viniendo Majestad, hágase su voluntad...
Aún hay quienes lo jalean y lo aplauden. Estos lo hacen a su clon. Yo me quedo con mi Leti. A ver cuando la vemos por Sanlúcar de Barrameda, que la otra vez dejó plantada a mi madre y amigas con sus pamelas. Ahora es la excusa perfecta, que estamos en Feria...