La Tostá

El flamenco muda la piel

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
10 mar 2023 / 08:10 h - Actualizado: 10 mar 2023 / 08:15 h.
"Flamenco","La Tostá"
  • El Farru.
    El Farru.

Unas declaraciones de El Farru, uno de los nietos bailaores de Farruco, están teniendo cierto eco en las redes sociales. Según el singular artista sevillano, el flamenco ya no existe. “No es zumo de naranja, es Fanta”, ha dicho. Su abuelo solía decir lo mismo sobre el baile, pero hace cuarenta años. Yo mismo dije lo mismo que El Farru, de otra manera, hace ya muchos años: que el flamenco ya había muerto. Pero claro, en realidad no es que se muera cada treinta años.

Es que muda la piel como las culebras. Farruco había visto tanto baile y tan bueno, que no le gustaba casi nada, solo sus hijas y sus nietos. Y, claro, los que seguían su estilo o escuela. A El Farru le pasa un poco lo mismo, aunque sea aún muy joven. Ha vivido tanto baile y tan bueno, y tan puro, que no le gusta ya casi nada. Y si le gusta no considera que sea baile gitano, sino otra cosa. Fanta, como ha dicho con gracia. Un sucedáneo, vaya. Pero es lo que hay. Si comparamos el flamenco de hoy con el de hace sesenta años, sale perdiendo el actual. Nadie de hoy baila mejor que Gades, Farruco o Mario Maya.

Ni nadie canta como Lebrijano, Morente o Camarón. Se canta, se baila y se toca maravillosamente, pero de otra manera. Si cambia la sociedad, cambia el flamenco. ¿Es posible que salga otro Mairena? Imposible. Ni que alguien cante con el sentimiento de Fernanda, Terremoto de Jerez o Adela la Chaqueta. Son otras las necesidades y otro el ropaje social. Si el cante no emociona, pellizca o produce escalofríos, puede ser bueno técnicamente, y bonito, pero no es flamenco, es otra cosa.

El Farru echa de menos a su abuelo y a su tío Chocolate. Y yo también, claro. Lo pusieron muy difícil y además vivían en flamenco, que ahí está la madre del borrego. No sabe lo mismo una soleá cuando el cantaor vive en flamenco, que cuando juega al pádel todas las semanas y habla en las redes sociales solo de gilipolleces. Me ha gustado que un artista joven como El Farru hable de esa manera, con las ideas claras. Lo ha dicho además de maravilla, con la metáfora del zumo de naranja y el refresco. Y el que se haya picado, que se rasque. Quien dice la verdad no engaña a nadie. Afortunadamente, ni a uno mismo.