Albatros

El foco

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Jesús Ollero ollerista
19 jun 2021 / 04:00 h - Actualizado: 19 jun 2021 / 04:00 h.
"Albatros"
  • EFE/ Quique García
    EFE/ Quique García

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Dos situaciones muestran con meridiana claridad cómo está el patio. No exactamente nuestro patio, el del sur, pero la onda expansiva de ciertas cosas nos acaba llegando nos guste o no. Seguro que usted ya ha leído o visto lo suficiente del encuentro o del ‘puedollamarlocomoquiera’ entre Pedro Sánchez y Joe Biden. Y seguro que le ocurre lo mismo con la frase o con el ‘mehevenidoarribaquetecagas’ de Díaz Ayuso a cuenta de la firma del Rey en los indultos. Diría que resume perfectamente el momento político en el que nos encontramos.

Resulta demoledor que un presidente tenga tan poca credibilidad como la que se le otorga a Pedro Sánchez. Es cierto que todo ha estado muy mal contado y peor ‘vendido’, y que si no es por el traje cualquiera pensaría que acompaña a una celebridad por un pasillo para pedirle un autógrafo. Diría que la situación es más culpa de Biden (que casi ni le mira) por haber ignorado hasta la fecha a un aliado estratégico, pero ha quedado todo tan ridículo que ha dado incluso un poquito de pena. Y no hay nada peor. Hemos visto situaciones parecidas y hay quien ha recuperado imágenes de Rajoy aislado mientras los capos del mundo charlan en corro. Sabemos que España no está en el top mundial (en el top mundial caben los que caben, oiga), pero ahí es donde reside la tragedia de la situación: la credibilidad. La todavía ministra de Exteriores maquillando un tema que alguien infló indebidamente ha añadido la suficiente dosis de patetismo a la escena como para mandar al fondo de nuestros pensamientos la cumbre de la OTAN que España organizará en 2022. O el gobierno recupera cierta credibilidad y la capacidad de poner el foco en lo realmente importante, o le esperan meses complicados.

También resulta muy llamativo el nivel de seguridad, rozando la irresponsabilidad, que exhibe Isabel Díaz Ayuso. Da igual que suelte la barbaridad más bárbara, más inconveniente, más dañina o más gratuita. Da exactamente igual. Su partido se pone de perfil porque cualquiera le lleva la contraria a la superlíder del momento y sus palmeros la arengan en modo ‘con un par’ de una manera tan de barra de bar que recuerda a otras formaciones. Los empresarios y hasta la iglesia han valorado (no justificado) que se tomen medidas encaminadas a suavizar un ambiente insoportable a todos los niveles. No es cuestión de estar de acuerdo, porque en este país afortunadamente libre (todavía) se puede opinar como se quiera... dentro de la ley, claro. Es cuestión de conocer dónde empiezan y acaban las obligaciones de cada uno. Y entre las del Rey está firmar los indultos que vengan del Consejo de Ministros: el de Junqueras o de un contrabandista de sandías.

Esta semana alguien recordó una frase de Napoleón: “Nunca interrumpas a tu enemigo mientras está cometiendo un error”. Me temo, porque ya hemos visto suficientes cosas, que Ayuso acabará siendo una rival para Casado, si no lo es ya, porque antes o después, en función de lo que digan las próximas urnas patrias, los liderazgos volverán a estar sobre la mesa. Por eso sorprende poco que ni Casado ni Martínez Almeida hayan zanjado un tema tan desafortunado. “Déjala que ‘triunfe”, diría un jefe que tuve.

Y luego, por supuesto, está el precio de la luz. Pero tampoco es cuestión de seguir tocando las narices. Suficiente por esta vez.