El idilio entre Mario Conde y Macarena Olona

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18 sep 2022 / 04:00 h - Actualizado: 18 sep 2022 / 04:00 h.
"Tribuna"
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Lo de Macarena Olona, apunta alto, pero presenta varias “singularidades” sobre las que convendría reflexionar.

Lo primero es que Vox no es otra cosa que una marca subordinada al Partido Popular y en Madrid mero apóstrofe de Ayuso. Y en segundo término que el intento en su día del PSOE de financiar un partido de ultraderecha (y que protagonizó José Enrique Rosendo) devino en fracaso, por lo que bien harían los socialistas en cambiar el sesgo de sus campañas.

El factor personal es la propia protagonista. El padre de Olona –que hizo gran fortuna- fue estrecho colaborador de Jordi Pujol. Acuciado por los acontecimientos en Cataluña, decidió marcharse a Panamá a pesar de que el Molt Honorable, -a diferencia de Urdangarín- ni siquiera ha sido juzgado, ni exiliado como el Emérito.

Olona dudó y volvió a dudar en ser candidata en Andalucía. Por medio, fue a por las cenizas de su padre en un viaje relámpago, donde dicen fue captada por un extraño mercedario llamado Fray Javier, quien se ha convertido en su preceptor espiritual. Entre otras misiones, el camino de Santiago; un sendero interior que Macarena convirtió en folleto publicitario de su retorno.

Ya para entonces Olona se había separado –fue visto y no visto- de un guardia civil del que nadie da dato alguno y con el que tuvo un hijo. Los kilos perdidos no son más que los de cualquier primeriza tras un parto y no el producto de ninguna enfermedad, bajo cuyo pretexto dio con la puerta en las narices a los andaluces que la votaron o botaron, que me gusta ser preciso en el léxico.

Abascal, que ya se las veía venir, intentó un golpe de efecto y se reunió en secreto con Mercedes Alaya, a la que ofreció ser la candidata andaluza de Vox en las autonómicas. Cheque en blanco, pero la jueza lo rechazó. Con todo, tengan presente que el PSOE ni perdona, ni olvida, y miren que él (no ella) ha hecho méritos con sus Sentencias...

La campaña de Olona consistió en solazarse en un hotel de lujo de Sevilla con el ex de la influencer Rocío Osorno, Coco Robatto, hijo del dueño de Pescanova. Su jefe de prensa, Zancajo, al modo Javier Arenas, limitó su mensaje a vaticinar el cese de la mitad de la plantilla de Canal Sur y así les fue.

Entre los episodios chuscos de la precampaña, la invitación a todos los diputados de Vox a la Feria de Abril, de acompañantes de la ilustre candidata. Fueron desconvocados con una parca nota en pleno trayecto, sin tiempo de desabrocharse los trajes de faralaes. Alguna parlamentaria catalana incluso viró su rumbo en pleno trayecto entre Barcelona y Sevilla.

A Macarena todos le adjudican la aspiración de haber sido Vicepresidente de Juanma Bonilla, pero no olviden que su auténtica ambición es ser Ministra de Defensa.

Hace unos días, Olona, se “encontró” con Mario Conde, dueño de las siglas del CDS de Adolfo Suárez, en una Conferencia a la que asistieron también Alvise Pérez y siguió mediáticamente Cristina Seguí.

Atentos a todos ellos, porque son el germen de su “resurrección”. Un proyecto que pretende ser “antisistema” y que aÚna lo “espiritual” con Meloni, la estrella fascista italiana.

Pero no quiero acabar sin recordarles el episodio de Basauri, donde una Olona enfervorizada arrebata una bandera de España a un chico que asiste al acto de Vox. Una señora se le acerca y le susurra al oído que deje de agitar la bandera y provocar a los abertzales, porque cuando ella se marche, los presentes se quedarán solos y sin guardaespaldas. Macarena la aparta bruscamente y sigue ondeándola...

Pues eso. Ay Macarena, un yogur azucarado con fecha de caducidad...