El Real Decreto de bolsas, un paso adelante pero demasiado corto

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25 jun 2018 / 21:30 h - Actualizado: 26 jun 2018 / 08:18 h.
"Medio ambiente","Medidas contra la contaminación"

Desde hace dos años se esperaba el Real Decreto de bolsas de plástico de un solo uso. No porque pensáramos en una repentina apuesta ambiental de nuestro país, sino porque Europa había publicado una Directiva en la que se exigía a los Estados Miembro tomar medidas.

Por fin, tras un par de borradores de Real Decreto, el pasado 18 de mayo, se publicó definitivamente el documento. Sin duda, desde Amigos de la Tierra celebramos el paso adelante para acabar con un símbolo del plástico de usar y tirar, las bolsas, pero también es verdad que este paso se nos ha quedado muy corto.

El decreto obliga a los comercios a no dar gratis las bolsas de plástico desde el 1 de julio de este mismo año. Y a partir de 2021, se prohibe totalmente su distribución. Suena bien, ¿no? El problema es que desde el 1 de julio, se podrán dar gratis bolsas biodegradables y, en 2021, cuando se prohíban las de cien por cien plástico, las biodegradables seguirán distribuyéndose.

Las bolsas biodegradables o compostables están compuestas por un porcentaje de plástico, por lo que no eliminamos el material de nuestras vidas. Y si estas bolsas acaban en la línea de reciclaje de plástico, dificultarán su reciclaje, ya que la mezcla de plástico con polímeros degradables no es una buena opción; de hecho agravará el problema de los microplásticos. Además, se seguirían distribuyendo bolsas de usar y tirar, con la presión que esto supone sobre nuestros recursos naturales y en nuestro entorno una vez sean desechadas.

El real Decreto que nos hubiera gustado debería contemplar alternativas reutilizables, bolsas de tela, carritos, capazos... y no tratar de perpetuar un modelo insostenible, basado en falsas soluciones, que traslada el problema de un material a otro y sigue persistiendo en el modelo de usar y tirar.

Por otro lado, hace tres o cuatro años, prohibir las bolsas de plástico podría haber parecido revolucionario. Pero hoy en día, el problema del plástico se ha hecho evidente, y ya no solo las organizaciones ecologistas nos preocupamos por ello. La Comisión Europea ya está trabajando para reducir la contaminación por plástico en los mares y entornos naturales, proponiendo la prohibición y otras medidas para diferentes artículos. España no puede ir siempre al rebufo de las legislaciones europeas, es necesario que los problemas ambientales sean una prioridad y se pongan en marcha medidas ambiciosas y eficaces que reduzcan la contaminación por plástico, el sobreconsumo de recursos naturales y la necesidad de gestionar cantidades ingentes de residuos, con todos los impactos que esto conlleva.

La reducción en el consumo, el uso de productos reutilizables, la eliminación del plástico desechable en todos los productos y el incremento de los porcentajes de reciclaje con la implantación de sistemas de retorno de envases, deberían marcar el camino de las legislaciones que se planteen, porque no es viable querer avanzar pero no empezar a caminar.


Por Alodia Pérez

Responsable de recursos naturales y residuos de Amigos de la Tierra