La Tostá

El Rey ha hablado

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
25 dic 2020 / 10:34 h - Actualizado: 25 dic 2020 / 12:50 h.
"La Tostá"
  • Foto: EFE
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Creo que nunca he escrito nada sobre el mensaje de Navidad del Rey de España, y pocas veces lo había escuchado porque no me han interesado mucho los asuntos de la Casa Real. Eso sí, es una institución que respeto, como a las demás de mi país, aunque no sea monárquico. Anoche sí escuché el discurso del rey Felipe VI, que dio desde el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela junto a la bandera de España y la de la Comunidad Europea, un árbol de Navidad y un misterio con el nacimiento del Niño Jesús.

A Ichinique –así lo llama el Mudo de Jerez, con mucha gracia–, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, no le gustó que olvidara condenar las actividades “corruptas” de su padre, y su evasión fiscal. Y es que a veces hay cosas que se olvidan. El propio Echenique olvidó que era Felipe VI y no IV, en un comentario en su cuenta oficial de Twitter. Lo confundió con Felipe IV, el Rey Planeta, llamado también el Grande, que era vallisoletano. No con Boabdil, al que los cristianos llamaban Rey Chico de Granada. Lo traicionó el subconsciente.

Sin ser un experto en mansajes navideños del Rey, creo que fue un discurso perfecto para calmar los ánimos de la población, con la que está cayendo. Supongo que a Felipe VI no le faltarían ganas de dar rienda suelta a la lengua y decirles cuatro cosas bien dichas a quienes quieren acabar con la unidad de España. A Gabriel Rufián, por ejemplo, quien enseguida salió con lo de que el monarca no ha ganado nunca unas elecciones. En eso se parece a Aragonés, el ahora presidente de la Generalitat. Sería bueno saber si Rufián estaría dispuesto a jugarse la Jefatura del Estado con Felipe VI en unas elecciones libres, sin matones.

No sé si son conscientes de que mientras más ataquen a la Monarquía, más monárquicos van a salir. Y que mientras más prisas tengan en que llegue la ansiada Tercera República, más va a tardar en llegar. Los ciudadanos que leen saben perfectamente que las dos repúblicas que hemos tenido fueron un desastre, concretamente la última, la de 1931, que nos metió en una guerra de la que aún no hemos salido del todo. La primera duró solo once meses y tuvo cuatro presidentes. Pérez-Reverte la llamó casa de putas.

Sin ser monárquico y tras escuchar el mensaje navideño de Felipe VI, me quedo más tranquilo. Todo lo que sea darles en los morros a Echenique, Iglesias o Rufián, lo aplaudo. Creo que hay rey para rato y si es lo que quieren los españoles, que eso parece, estupendo.