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Los medios y los días

El sevillano es triste

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07 may 2019 / 11:28 h - Actualizado: 07 may 2019 / 11:31 h.
"Los medios y los días"
  • El sevillano es triste

El 20 de septiembre de 2015 el periodista Luis Sánchez-Moliní entrevistó en Diario de Sevilla al que fuera catedrático de psiquiatría de la Universidad de Sevilla, asesor de la Unesco y autor del libro La psicología del sevillano, Jaime Rodríguez Sacristán, quien, a la pregunta “¿Cómo es la psicología del sevillano actual?”, declaró lo siguiente: “Es una persona muy conflictiva interiormente, muy complejo, que no se conoce bien a sí mismo y que tiene más problemas de autovaloración y de valoración de su entorno de lo que parece. Desde luego, es muy complicado”.

El periodista preguntaba a continuación: “¿Cuáles son sus conflictos?”, a lo que el especialista responde: “La tristeza y la melancolía, algo que tantos poetas sevillanos han expresado. No es casual que Bécquer, Machado y Cernuda sean sevillanos. Ahí hay mucho de genético. Pero cuidado, esto es una intuición que habría que estudiar y confirmar. El sevillano es muy poeta. En la ciudad hay muchísimas personas que escriben poesía y no se la enseñan a nadie. Esto es un dato contrastado”. Para Sacristán, toda esa supuesta alegría y buen humor “en gran parte son mecanismos defensivos, como diría Freud. La angustia y la tristeza están especialmente presentes en el sevillano. Es curioso y muy llamativo”. ¿De dónde le viene esa melancolía al sevillano? “No me atrevería a dar una respuesta única. Habría que mezclar la genética, nuestra historia, el territorio... “, sostiene Jaime Rodríguez Sacristán.

Este psiquiatra debía estar de psiquiatra cuando dijo todas esas barbaridades, ¿acaso no comprendió bien el esplendor de la Feria, su enorme alegría, el baile, el cante, la hospitalidad del sevillano, el rebujito, los trajes de flamenca y a todo ese ejército de adolescentes, viejos prematuros pero en pura algarabía, que pululan por el real y la calle del infierno vestidos con trajes oscuros y corbatas? ¿No sería mejor, por estas fechas ya calurosas, llevar trajes claros como nuestros antepasados? ¿Vestirán así porque son unos tristes?, ¿qué van a dejar para el jueves y el viernes santo?

Menos mal que cuando Sacristán afirma lo de la tristeza del sevillano matiza: “pero cuidado, esto es una intuición que habría que estudiar y confirmar”, si no, es para echarse a temblar porque el doctor pretende tirar por tierra ese arte que es la alegría y que nos posee desde la cabeza hasta el dedo gordo de los pies. ¡Ole!

Mi madre decía que “cuando el español canta, si no está jodido poco le falta”. Hay que ver estos viejos, siempre quitándonos ese encanto que tiene vivir entre sueños. ¿Bécquer, Machado y Cernuda? Los tres eran la excepción que confirman la regla, por eso se fueron de Sevilla, por tristes, y encima subversivos: Bécquer y su hermano Valeriano dibujando escandalosamente a Isabel II y sus aficiones por el sexo desmedido. Machado y Cernuda, los dos rojos, uno criticando a la “España que bosteza” y el otro escribe Ocnos en homenaje a Sevilla sin ni siquiera anotar el nombre de su ciudad por ningún lado. Menudos ejemplos que busca Rodríguez Sacristán. Lo dicho, el psiquiatra estaba de psiquiatra, vamos a la Feria que “ya huele a Feria” y “qué poderío, qué poderío, qué poderío, tiene la Feria, tiene la Feria, tiene El Rocío”. Chimpún.