La Gazapera

El sinsentido del Concurso de Córdoba

Image
Manuel Bohórquez @BohorquezCas
25 nov 2022 / 09:47 h - Actualizado: 25 nov 2022 / 10:21 h.
"La Gazapera"
  • Rafa del Calli. / Teatro de Córdoba
    Rafa del Calli. / Teatro de Córdoba

El Concurso Nacional de Córdoba fue en su tiempo la mejor plataforma de nuevos valores del flamenco. Hoy languidece, como le ocurre al de Mairena del Alcor –este está ya muerto desde hace años, aunque lo mantengan– o el de las Minas de la Unión, que está igualmente en caída libre, sobre todo desde la última edición, con la imagen del alcalde bronqueando al jurado.

He seguido el certamen cordobés a través de vídeos de los participantes y, sin restarle méritos al ganador en la faceta del cante, Rafa el Calli, la que de verdad me ha gustado ha sido la cantaora onubense, de Triguero, Lucía Beltrán, de solo 18 años. Es una maravilla, una cantaora con sello propio que viene a unirse al interesante grupo de voces que hay en Huelva, donde siempre las hubo, desde los tiempos de Rebollo y Rengel.

Siempre hay que respetar las decisiones del jurado en este tipo de concursos, y así lo hago, pero, al parecer, a esta chica no le iban a dar nunca el premio porque es demasiado joven. Entonces, ¿por qué la pasaron a la final? La Niña de los Peines era ya la primera figura del cante jondo con esa misma edad. Los concursos de cante tienen sentido si descubren a nuevos valores, y esta chica lo es. Si el jurado, o algún miembro de peso, consideró, que había cantado mejor El Calli, estupendo. Pero si es verdad que pesó el hecho de que Lucía fuera demasiado joven, cuesta entenderlo.

Con respecto al premio de guitarra, que ha quedado desierto, si no había nivel, ¿para qué los pasaron a la final? Es más, ¿por qué los aceptaron como concursantes? Si no hay más leña que la que arde, no la hay y punto. Precisamente, en la actualidad hay un ramillete de jóvenes guitarristas muy importante, pero muchos de estos jóvenes funcionan bien y no quieren concursos, lo que me parece loable. Hoy hay otros medios para darse a conocer, como las redes sociales.

Por último, el de baile recayó en el trebujenero Juan Tomás de la Molía, un buen bailaor desde niño. Aquí Córdoba no descubre nada que no supiéramos ya, aunque es probable que con este premio Juan Tomás vuelva a la actualidad y lo veamos en más festivales. Es una pena que estos jóvenes talentos tengan que pasar por los concursos para llamar la atención, pero así es.