El próximo día 27 de mayo, el cantaor malagueño-granadino Alfredo Tejada presentará su último disco, Identidad, en el Teatro de Los Remedios, del Colegio de los Padres Blancos de Sevilla. No vendrá subvencionado, sino a taquilla, como trabajaban hace muchos años los grandes artistas que crearon compañía propia, como Pepe Marchena, Juanito Valderrama o la Niña de la Puebla. En este teatro triunfa quien vende entradas, o sea, quienes tienen tirón para sacar a los aficionados de sus casas. Los sevillanos están hartos de flamenquito, de cante comercial, y ahora tienen la oportunidad de escuchar en este teatro a cantaores como Alfredo Tejada, que lo hace por derecho y al que nunca le habían dado la oportunidad de cantar en solitario en un teatro de Sevilla, solo como cantaor de cuadro. Ahora tiene esa oportunidad, la de presentarse en Sevilla. Los aficionados de verdad tienen ganas de escuchar cante tradicional en los teatros, o al menos es lo que dicen en las redes sociales. Los profesionales del cante se han acostumbrado al contrato de la Junta, los ayuntamientos, las diputaciones o Cajasol, donde el dinero es seguro. Pero la cosa se está poniendo difícil. La Junta ha recortado el dinero que solía dar a las peñas flamencas, que dan mucho trabajo a los artistas modestos que no suelen tener acceso a los grandes festivales. Que dispongan de un teatro como el de Los Remedios, con quinientas butacas y un buen escenario, es una buena oportunidad. También van a contar con el apoyo de ExpoFlamenco, un portal de Vancouver (Canadá), que se hace en Sevilla y que se lee en todo el mundo en dos idiomas, el español y el inglés. Lo demás lo tienen que poner los artistas que quieran disponer de ese espacio escénico. O sea, el arte, la entrega, el trabajo y, también, el riesgo. Hay que llevar a aficionados para que sea rentable económicamente. Alfredo Tejada se ha lanzado y ha preparado una presentación de su disco con artistas invitados como Eva la Yerbabuena, Segundo Falcón y Miguel Ortega. Viene a por todas y ya está vendiendo entradas. Le ha echado valor porque soñaba con un teatro en Sevilla.