Hay días en los que uno deja a un lado la cosa profesional de escribir de flamenco, o de lo que sea, para dejar hablar al corazón. Hoy, Día Internacional del Flamenco, se han entregado los Premios Internacionales de la EFA (Escuela Flamenca de Andalucía), en Sanlúcar de Barrameda, en concreto en el Auditorio Manolo Sanlúcar, donde se puso su capilla ardiente.
Aquel fue un día muy duro, y el de hoy también. Los premios de la EFA llevan ya el nombre del genio, del gran maestro, y ha sido emocionante darle un abrazo a Ana, su viuda, en ese mismo lugar. Y estar con los premiados: Paco Cepero, Javier Latorre, Dorantes, la Peña la Platería, Jafelin y Mitch Helten –dueños del portal canadiense ExpoFlamenco–, y Mayte Martín. José Luis Ortiz Nuevo, que tenía que haber recogido el Premio a la Investigación, excusó su asistencia por no estar bien de salud, pero ha sido como si hubiera estado presente junto a los demás premiados.
Fue una gala emocionante, mágica, con unas ciento cincuenta personas y varias autoridades políticas de Sanlúcar y de fuera de esta tierra. Emocionante por el lugar, por la presencia de Ana, esposa de Manolo Sanlúcar. Por ver a Paco Cepero, con 80 años, derramar unas lágrimas y por escuchar cómo hablaron todos los galardonados, agradecidos por un reconocimiento internacional que dan las más de cien escuelas asociadas a la EFA en todo el mundo, en casi cuarenta países. Y por recordar al genial músico sanluqueño, del que ya solo queda su obra, que es la que lo va a defender siempre, su legado artístico.
Los premiados llegaron ayer para tener una recepción en el Ayuntamiento, para luego disfrutar de una cena en Bodegas la Gitana entre los premiados. No hubo un ratito de arte, solo de tertulia entre los homenajeados. Gastronomía de la tierra y buena armonía, con las anécdotas y los chistes del más veterano de los galardonados, el maestro jerezano Paco Cepero, bien acompañado por su simpática esposa, Chari, por la que sigue viviendo los vientos.
Brillante gala, ciertamente, que incluyó una coreografía, Puerta del Príncipe, en memoria de Manolo Sanlúcar interpretada por la Escuela de Danza de María José Lesmes, de Ceuta. Una coreografía interpretada por un grupo de jóvenes mujeres estupendamente vestidas, que llenaron de colorido el patio de las columnas del Ayuntamiento.