La Tostá

En clave electoral

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
15 sep 2019 / 13:39 h - Actualizado: 15 sep 2019 / 13:40 h.
"Podemos","Ciudadanos","Crisis","La Tostá","Política","Elecciones"
  • En clave electoral

El político lo hace todo siempre en clave electoral, esto es, pensando en los votos que cualquier decisión le pueda dar o quitar. Pablo Iglesias, el líder de Unidas Podemos, es un claro ejemplo de esto. Quiere estar dentro del Gobierno porque sabe que así podrá anotarse como suyos también los posibles éxitos que pueda tener Pedro Sánchez, como pueden ser bajar el número de desempleados, frenar la crisis económica que parece que está a la vuelta de la esquina, etc. Si apoya la creación de un gobierno y se queda fuera, parecerá que no han hecho nada y los votos se los llevará Sánchez. Iglesias, es muy ambicioso, de ahí que despreciara la generosa oferta de una vicepresidencia y tres ministerios, que ahora aceptaría sin salir de la piscina de Galapagar. Quería más, aun siendo solo la cuarta fuerza política del país. Se sabía imprescindible y, claro, apretó tanto las clavijas que se quedó sin nada. Esa ambición suya le pasará factura en las próximas elecciones, aunque las encuestas le den una ligera subida con respecto a las anteriores. Si no hay ya un gobierno en España es sobre todo por culpa de este señor. Y de Sánchez, claro, que además de no saber ganar elecciones de manera contundente, es un pésimo negociador. Es también ambicioso y no le gusta compartir el poder, como estamos viendo. Como las encuestas le favorecen, parece ser que habrá elecciones en noviembre. O sea, que volveremos a estar de nuevo pendientes de apoyos y negociaciones para que haya un gobierno en febrero del próximo año, porque no es nada probable que el Partido Socialista vaya a ganar por mayoría absoluta, de celebrarse esas nuevas elecciones. Salvo que la mayoría de los ciudadanos con derecho al voto digan, bueno, vale, le vamos a dar el alegrón al pavo del Falcon a ver si salimos ya del atasco. Los que vayan a votar, claro, porque hay quienes van a pasar de ejercer su derecho porque están hasta el gorro de que los líderes actúen siempre en clave electoral y pocas veces, por no decir ninguna, pensando en el interés general del país. Si el director de una gran empresa fracasa en su gestión se tiene que ir a su casa. Y estos líderes, todos, siguen ahí pese al evidente fracaso de que no haya ya un gobierno fuerte en España. Siguen en nómina, por cierto, o sea, que les da igual ocho que ochenta.