La Tostá

¿Era flamenca Lola Flores?

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
19 ene 2023 / 07:07 h - Actualizado: 19 ene 2023 / 07:07 h.
"La Tostá"
  • El cantaor Manolo Caracol con Lola Flores.
    El cantaor Manolo Caracol con Lola Flores.

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El próximo sábado, día 21, se conmemoran los cien años de su nacimiento. Curiosamente, el mismo día en que se celebran los noventa y cuatro de la muerte de otro jerezano universal, el cantaor Don Antonio Chacón. Pero hay otras coincidencias asombrosas entre ambos. Los dos nacieron en la calle Sol, del jerezano barrio de San Miguel, Lola en el número 45 y don Antonio en el 60, a escasos metros. Evidentemente, como artistas no tenían mucho que ver, aunque fueron dos genios, él del cante jondo y ella de la copla, canción andaluza o canción flamenca. Precisamente, estos días he leído algo que pone en duda la flamenquería de La Faraona, lo que es una barbaridad. Es curioso que aún haya andaluces que no sepan muy bien lo que es y no es flamenco, cuando este arte tiene ya unos dos siglos de historia pública. Creen que flamenco es el que canta, baila o toca por soleá, palo clásico del cante, pero puede ser más flamenco un cantautor o cantante, que uno de esos llamados “cantaores”, que aburren a las piedras porque no dicen nada. Lola Flores no era gitana, o sea, flamenca, pero en realidad era mucho más gitana y más flamenca que muchas que venden las dos cosas porque se apellidan Vargas, Heredia u Ortega y un genealogista les ha dicho que descienden de El Fillo o Chorrojumo. Lola tenía el don del arte, de la gracia y el compás, y aunque no cantara por soleá, seguiriyas o saetas como Fernanda, La Periñaca o Isabelita de Jerez, era capaz de pellizcarnos en un tercio de tangos, zambras o bulerías, porque era dueña del ángel y la emoción. Al parecer, un crítico americano dijo que no era una grande del baile, ni del cante, “pero vayan a verla”. Si es cierto, que tiene mucho de invento, dio totalmente en el clavo: Lola no cantó nunca como La Paquera ni bailó como Carmen Amaya, pero fue un espectáculo, una fuerza de la naturaleza. En una fiesta no había flamenca que le echara la pata bailando por tangos, rumba o bulerías. Era la mejor, según Bernarda de Utrera, que estuvo en muchas fiestas con ella, y algo sabría de arte. En una fiesta era genial, pero en un escenario no se podía aguantar su arte. Solo ella, de su tiempo, podía salir a un escenario con Manolo Caracol sin que la mandara al garaje. Era siempre un duelo entre dos titanes, dos artistas irrepetibles de la historia del flamenco y la copla. ¿Qué no era flamenca? ¡Manda huevos!