¿Eres un ser auténtico, según Heidegger?

Image
08 jun 2021 / 08:02 h - Actualizado: 08 jun 2021 / 08:10 h.
"Opinión"
  • ¿Eres un ser auténtico, según Heidegger?

TAGS:

El Ser arrojado al Mundo que llamamos Hombre tiene la característica de estar en la posibilidad de ser de muchas maneras. Las cosas no tienen esa posibilidad; y los animales sólo son lo que pueden ser: el depredador, depredador; el nocturno, nocturno. ¿Qué implicación tiene que seamos dueños de posibilidades, de Libertad?: que tenemos una responsabilidad, lo que llamamos Ética. Nuestra libertad, en ese sentido, es una condena. La condena de elegir. Aunque no hay que confundir libertad con omnipotencia, porque no tenemos todas las posibilidades.

Éticamente podemos usar al otro de manera material o no usarlo porque lo consideremos como a un igual. Para Heidegger, que plantea (más o menos) todo esto, el problema que nos surge es que nos quedemos a medias, inauténticos. Todos vivimos la posibilidad de ser auténticos o inauténticos. Porque si podemos elegir, podemos elegir hacer bien las cosas o no. Su propuesta es la de que nos planteemos la obligación de conseguir nuestra mejor posibilidad.

«Sé tú mismo», vale, pero, ojo: si vas a ser un gilipollas, mejor que no lo seas. ¿Y cómo se sabe si estás siendo un gilipollas? Pues te lo voy a contestar, hay una respuesta: oyendo lo que te dicen los demás. O lo que en el ámbito social llamamos «el consenso normativo democrático».

Caemos, o «somos arrojados», como dice Heidegger, al Mundo, pero el Mundo, aunque no nos demos cuenta, es Lenguaje. O sea, caemos en toda una formulación de qué sea el mundo por medio de la lengua en la que caemos. En la Lengua y en sus interpretaciones. Ese lenguaje, si lo piensan, está formado de Historia, de relaciones de poder, de relaciones de micropoder, de religiones, políticas, sistemas económicos, etc. «La casa del ser», como le llama Heidegger, es el lenguaje, que es un producto social y que, como viene dado, limita las posibilidades de ser. Pero ha estado fabricado, decantado, por todos y el consenso. O sea «caemos» en una casa, pero la casa ya está cerrada, construido, levantada. Pero (y ahora el maravilloso giro romántico), ¿quién puede abrir nuevas ventanas en esta casa del Ser?: Los poetas. Los poetas son los que amplían la casa del ser. Un poeta (en el amplio sentido de la palabra «poeta») te puede hacer ver un aspecto de la realidad que antes no veías o te puede conectar palabras que antes estaban desconectadas. El lenguaje es el inyector de posibilidades, porque la palabra crea nuevas opciones. Opciones que parten de una forma de ver el Mundo. Si quieres modificar tu ser tendrás que rectificar tu palabra por medio de la mirada, porque mientras mires igual verás lo mismo.

La vida, dice Heidegger, sólo quiere de nosotros nuestra originalidad, que es la que hace avanzar al Ser, o sea, al hombre, al Ser Humano, a la especie. Pero ser original no es ser radical. Ahí estriba la dificultad, el reto es ser original dentro del consenso normativo democrático para expandirlo, no para dinamitarlo.

Un ser auténtico, en resumen, es el que el trabaja por encontrar la mejor versión de sí mismo, intenta comprender en qué lenguaje flota, oye el clamor del entorno, trabaja por su originalidad intentado ver desde otra perspectiva y abre puertas y ventanas a la existencia humana.