Es cierto, la igualdad no existe

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19 mar 2020 / 07:48 h - Actualizado: 19 mar 2020 / 07:51 h.
  • Es cierto, la igualdad no existe

Nuestras campeonas olímpicas Carolina Marín y Ruth Beitia, entre otros grandes deportistas y personas del deporte español, abogan por suspender los Juegos Olímpicos de Tokio; les he oído decir por la tele, que en estas circunstancias no hay igualdad en el deporte.

No puedo estar más de acuerdo; es cierto, y que ellas y otros atletas de éxito lo digan públicamente es muy importante. Digámoslo en voz bien alta, que nos escuchen, para que esto acabe en los tiempos venideros: no hay igualdad, no la hay ni en el deporte, ni en ningún otro ámbito de la vida.

Las mujeres padecen la desigualdad, los pobres de África, de Siria, de muchos países esperan en frontera de nadie, pasando hambre y frío, como apestados en la supuesta rica sociedad occidental, muriendo en los mares, simplemente porque la igualdad no existe.

Pero es curioso que se pida ahora, cuando los deportistas de países como el nuestro no pueden entrenar con normalidad. Tenemos que aceptar que al menos esto será así en las dos próximas semanas. Cómo Psicólogo del deporte, sé que es muy duro entrenar en casa, en espacios reducidos, sin poder contar con material sofisticado, con la incertidumbre del no saber qué va a pasar, sin contar con toda la tecnología disponible, sin la atención directa de los técnicos. Es difícil no poder salir a las pistas, al parqué, a las piscinas, a los pantanos, donde poder seguir acumulando kilómetros de calidad, sin poder afinar la sofisticada técnica que trae el éxito y las medallas. Entrenar en la soledad de una azotea, un cuarto reducido, lo sé bien, se hace complicado.

Nunca había oído tan alto, entre tanto ruido, sin tanto eco, pedir igualdad para poder entrenar y competir con garantías. Olvidamos con frecuencia que en invierno, cuando el hielo inutiliza los ríos, lagos y pantanos, los deportistas europeos, canadienses o de otros países con poder adquisitivo pueden venir al Sur, a lugares cálidos a seguir con su rutina diaria. Nunca oí con tanta fuerza pedir igualdad, cuando los judocas de países ricos marchan a Japón a hacer largas estancias de entrenamiento, cuando los corredores se preparan en altura, en el Centro de Alto Rendimiento de Granada, o en Kenia o en Arizona o en muchos otros lugares, donde sólo los países con recursos pueden enviar a sus deportistas.

Solidaridad Olímpica sí muestra esa sensibilidad, he visto remeros y piragüistas de países, a veces ricos, pero de gran retraso en diferentes especialidades, entrenar en el CEAR de Sevilla, angoleños, mujeres de países árabes a las que, con barcos prestados, y por un cierto tiempo, se les da una oportunidad, un espacio para el avance hacia lo que ahora pedimos.

Es hora de recordar, de poner de manifiesto, de gritar ahora más que nunca, en estos tiempos de crisis, de miedo, de incertidumbre y descontrol, que hay algo que siempre ha ocurrido, hemos de denunciar que las condiciones de preparación no son las mismas para todos. Que no todos los deportistas tienen los mismos recursos para acudir a unos Juegos Olímpicos,

Doy las gracias a nuestras dos grandes campeonas, que son un ejemplo para nuestros jóvenes, y con las que tanto hemos disfrutado y aún disfrutaremos, gracias a otros que se han sumado a la protesta. Es tiempo de luchar por un deporte para todos. Seamos eco de sus voces, recordemos que el camino es largo y la lucha ardua y difícil.

Gracias porque sus palabras hoy, han hecho que me olvide del virus durante un tiempo.