Haciendo un recorrido en los últimos días de las noticias políticas existentes en España en diversos medios de comunicación nos encontramos ante una gran encrucijada. Estamos ante la perspectiva de que los políticos constitucionalistas lleguen a un acuerdo para que no se pueda romper de manera unilateral lo que nos ha aportado la Constitución Española desde 1978.
Lo que estamos viviendo en estos momentos está marginando en nuestros medios de comunicación, como información de gran importancia, la llegada masiva de inmigrantes desde las costas del norte de África a Italia. La próxima semana dedicaré estas líneas a realizar una reflexión a la tragedia que conlleva la vida de personas que tienen que huir de sus países de origen apoyados en mafias que se lucran.
España actualmente está ante una realidad que puede acarrear una gran tragedia. Por mucho que esto se intente ocultar por quienes están avanzando en un acuerdo que terminará rompiendo a España, la realidad es tozuda y la gran mayoría de la población vamos siendo conscientes que estamos ante la decisión de seguir apostando por la igualdad de los españoles o más bien ante la ruptura de un principio constitucional que es ni más ni menos que un principio fundamental: “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Artículo 14 de la Constitución.
El artículo citado tiene concordancia con los siguientes artículos: 1.1, 9.2, 23.2, 31.1, 32.1, 35, 39.2, 68.1, 69.2, 139.1, 149.1.1º.
De la lectura detallada de los mismos podemos extraer que se da una claridad meridiana sobre la importancia que tiene la igualdad en nuestra Carta Magna y la incidencia que este Principio tiene en la realidad de la nación española.
La igualdad como Principio Constitucional no puede tirarse por la borda a través de una pretensión unilateral que solamente busca satisfacer a un porcentaje mínimo de la población de España.
Los ciudadanos, lo he escrito en muchas ocasiones, pero hoy lo subrayo, hemos votado un acuerdo entre el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español.
Necesitamos que el consenso llegué y lo haga antes de que el candidato más votado en las elecciones generales en el mes de julio y el que más apoyos pudo presentar ante el Rey y Jefe del Estado, Felipe VI, presente su propuesta para España la próxima semana.
El consenso podría suponer un gobierno entre el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español, esto supondría el reconocimiento por parte del Presidente en Funciones de que ha perdido las elecciones y tiene que hacerse a un lado.
Ciertamente esta opción no coge en la cabeza y mentalidad del diputado y presidente en funciones Pedro Sánchez. Pero el PSOE debería valorarlo.
El consenso podría ser que los diputados votaran en conciencia si el proyecto que el señor Feijóo presenta en la Tribuna del Congreso busca seguir defiendo la igualdad de los españoles y en donde un gobierno del Partido Popular tuviera como objetivo principal la reconstrucción de un consenso con los Partidos Constitucionalistas, en donde el Partido Socialista Obrero Español fuera un interlocutor esencial.
Esta opción conlleva valentía y riesgo. Sin embargo, ayudaría a recomponer un camino que lleva varios años con infinidad de baches y con socavones que están fragmentando lo alcanzado con la Constitución de 1978.
Los Diputados tienen una gran responsabilidad por cuanto o se posicionan a favor de nuestra actual Constitución o bien se embarcan en el inicio de un roto que será muy difícil remendar.
Me da una gran pena presenciar cómo el Partido Socialista Obrero Español se está dirigiendo hacia una meta que no le traerá ningún beneficio. Las personas pasamos porque es ley de vida, pero tenemos la obligación de hacer que el legado heredado siga fiel a los principios de quienes lucharon, hasta con su propia vida, para que éste no se pierda ni se diluya.
Fragmentar la igualdad supone menospreciar el espíritu de una Constitución que nos ha traído progreso y a todos los que trabajaron por este Principio constitucional.
Todavía estamos a tiempo de alcanzar un consenso, por favor, no tiremos por la borda esta posibilidad. El PP y el PSOE tienen la obligación y el deber de llegar a un Acuerdo.