Viéndolas venir

Esclavos en el campo

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Álvaro Romero @aromerobernal1
07 oct 2021 / 08:57 h - Actualizado: 07 oct 2021 / 09:00 h.
"Viéndolas venir"
  • Esclavos en el campo

Con el velo de la pandemia, el disimulo de la crisis y la ventisca de la democracia quizá se nos olvida que sigue existiendo la esclavitud: la de gente de cualquier lugar recóndito del mundo que trabaja por estos campos sevillanos a cinco euros la interminable jornada, que vive hacinada como bestias y cuyas siluetas, probablemente, no pesan sobre las conciencias de quienes lo explotan porque no piensan en ellos como seres humanos, sino como cosas. Cosas necesarias para el progreso de no sé quién. Qué cosas.

Fue noticia ayer por la comarca de Los Alcores, y una pesadumbre invadió a tanta gente de buena voluntad, porque todos solemos asumir que somos esclavos de algo, o de muchas cosas, hasta de nosotros mismos, de los bancos, del gobierno, qué sé yo. Pero no solemos incluir ahí esa modalidad de esclavitud tan literal e histórica como esta de la que estamos hablando: esa de trabajar gratis, por el bocadillo, por seguir vivos, como si algo hubiera que hacer en vez de vagar por el mundo o vivir a secas, por amor de Dios, porque trabajar con lo puesto para seguir siendo pordioseros reviste de dignidad, si acaso, a quien trabaja, y de indignidad a quien hace el paripé de contratar para en realidad reírse entre dientes de la pobreza de los miserables que no pueden elegir. Quiénes son los miserables. Lo pensamos y lo tenemos claro: la miseria contumaz de quienes solamente tienen dinero y nada más. Me imagino a esa familia que explotaba a gentes de malvivir y me pregunto qué es bienvivir, si acaso esa costumbre de quedar por la noche para contar todos los billentes grasientos que no se les ha entregado a quienes no son más pobres que tú, aunque vivan escondidos de noche tan alejados de tu propia conciencia y amanezcan rodeados de esas mismas moscas que rondan tu propio corazón...