¿Está en marcha la III Guerra Mundial?

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07 abr 2020 / 08:05 h - Actualizado: 07 abr 2020 / 08:58 h.
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  • Soldados colocándose las máscaras de gas durante la I Guerra Mundial. / El Correo
    Soldados colocándose las máscaras de gas durante la I Guerra Mundial. / El Correo

Circulan por las redes diferentes teorías acerca de lo que ‘realmente’ está ocurriendo en el mundo. La más reiterada es la que habla de la III Guerra Mundial y que, además, está ganando claramente el eje formado por Rusia y China. Los grandes perjudicados, según esta teoría, serían los países europeos, Arabia Saudí y, por supuesto, Estados Unidos.

Estas ideas suelen ligar la guerra que se libra por la hegemonía en el mercado petrolífero (en la que se baten Rusia y Arabia Saudí), la guerra comercial entre China y Estados Unidos que, hasta ahora, ganaba Trump y un posible ataque chino utilizando un arma biológica, la Covid-19, como munición.

Las dudas surgen cuando se echa un vistazo al mapa del mundo y se comprueba que Beijing o Shanghai no se han visto apenas afectadas y el resto del mundo lucha desesperadamente contra la Covid-19. Y se acrecientan al comprobar que China comienza a tomar una fuerza inusitada en materia económica mientras en Occidente se comienza a pensar en una depresión sin precedentes. Las Bolsas de todo el mundo están pasando por unos momentos muy difíciles y en China las ganancias se imponen...

Si esto fuera la III Guerra Mundial el eje formado por Rusia y China estarían a punto de ganarla. ¿Lo es? Seguramente, no. Es posible que estemos ante una situación en la que la falta de libertad es muy efectiva en situaciones extremas y poco más. En China el confinamiento ha supuesto que las libertades de los ciudadanos, ya escasas y pisoteadas, se hayan visto pulverizadas. Más o menos como las nuestras. Que nadie crea que es bueno lo que está pasando en España o en numerosos países de todo el mundo. Cambiar la libertad por una seguridad que no está garantizada es un movimiento muy delicado. Y es posible que estemos ante una muestra más de la torpeza europea, de una demostración de burocracia infinita y de imposibilidad de dar respuesta a los problemas que son serios. Más ante eso que ante una guerra que los chinos han diseñado en un laboratorio.

Posiblemente, China sea más poderosa al finalizar esta crisis. Pero ya lo era. Un 17 por ciento de la economía mundial estaba en su poder antes de comenzar todo este desastre. Y, por su lado, Estados Unidos está empezando a pagar muy caro el populismo de un presidente nefasto para su país y para el resto del mundo. Se estaba viendo venir.