Europa empieza en el Támesis

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07 feb 2016 / 21:43 h - Actualizado: 07 feb 2016 / 23:34 h.
"Derechos Humanos","Viento Sur","Unión Europea"

Lo tuvo difícil el gobierno de Grecia a la hora de encontrar alternativas de futuro para que dicho país no se viese fuera de la Unión Europea. El Grexit –la síntesis en inglés de la salida griega– estuvo a punto de producirse por un puñado de euros. En cambio, la vulneración de los derechos humanos que Hungría, Dinamarca y otros países vienen llevando a cabo contra los solicitantes de asilo y de refugio no ha merecido ni siquiera una regañina por parte de nuestros próceres comunitarios. Cuando tan solo existía el Mercado Común y, para España, Europa empezaba en los Pirineos, soñábamos con una Europa política que defendiera la democracia y hemos terminado desguazando la mayoría de sus avances hasta convertirla en un simple territorio de mercachifles que empieza o termina en el río Támesis.

Ahora, para que los euroescépticos británicos no cierren los puentes con el continente a través del Canal de la Mancha, el Parlamento Europeo deberá verificar el pre-acuerdo que han puesto en bandeja a David Cameron y que pasa por practicar serios recortes sociales a los inmigrantes comunitarios. A pesar de esas y de otras medidas, en el Reino Unido crece el número de partidarios de abandonar la Unión. ¿Qué más estaremos dispuestos a sacrificar para mantener esta ficción? Sin unidad política seria, sin un organismo propio en materia de defensa y una legislación común para problemas comunes, la Unión Europea será una expresión sin sentido. E iremos tirando por la borda todo lo que hemos ido construyendo a lo largo de los últimos sesenta años, desde que los europeos apenas eran un puñado de carboneros dispuestos a defender juntos sus intereses.

Ahora ni siquiera sabemos qué podemos hacer para defender a una Europa que se diluye entre recortes presupuestarios, poda del estado del bienestar y el abandono sistemático de algunas de sus principales banderas. La tocata y fuga de Gran Bretaña no es una de las causas de todo ello. Pero sin duda es uno de sus principales síntomas. Andalucía se juega mucho también en esta encrucijada.