En las últimas décadas, la meditación y la atención plena, se han vuelto muy populares. Cientos de estudios han sido realizados para verificar su impacto. De esos estudios han surgido los mismos resultados.
Después de haber meditado regularmente cada día, durante ocho semanas, la parte del cerebro que se encarga de la memoria, no solo se puso más fuerte, sino que, en ciertas zonas, la materia gris aumentó. En otras palabras, los individuos que practicaron la meditación cada día durante 8 semanas, pudieron permanecer más tranquilos por situaciones estresantes, tomaron decisiones más racionales y se trataron a sí mismo y a los demás con más empatía, conciencia y comprensión.
Con la meditación, la materia gris de la amígdala disminuye, lo que hace que se reduzca la ansiedad, el estrés y el miedo. Eso significa que es menos probable que reaccionemos de manera desproporcionada a las situaciones desafiantes a la que nos enfrentamos día a día.
Ha sido clínicamente comprobado, que una práctica regular de meditación, tienes efectos ventajosos en individuos que sufren de estrés crónico, depresión, problemas para dormir o trastornos de ansiedad, y se ha valorado como sustituto de los antidepresivos.
Según la premio nobel Elizabeth Blackburn, la meditación ayuda a preservar los telómeros, cuyo acortamiento provoca el envejecimiento celular.
Como dice el escritor y guía espiritual Eckhar Tolle ( El Poder del Ahora):
“Todas las cosas que realmente importan, la belleza, el amor, la creatividad, la diversión y la paz interior, surgen más allá de la mente”.
