Fallece el conocido taurino y cofrade Emilio Moreno

El estado del apoderado, que arrastraba una grave enfermedad, se había agravado en vísperas de la Semana Santa sin que pudiera cumplir su estación con la cofradía del Baratillo

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19 abr 2022 / 10:28 h - Actualizado: 19 abr 2022 / 10:34 h.
"Obituario"
  • Fallece el conocido taurino y cofrade Emilio Moreno

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Emilio Moreno seguía haciendo planes. Apoderado del prometedor novillero Marcos Linares, había estado presente en su presentación con picadores en la plaza de Morón, el pasado 27 de marzo, que sirvió para que el chico se alzara como triunfador del festejo y se ganara la repetición en la plaza de Córdoba. Para entonces ya tenía preparada la papeleta de sitio de la Hermandad del Baratillo, con la que tenía previsto hacer estación de penitencia en la tarde del Miércoles Santo.

Pero todo se precipitó en vísperas de la Semana Santa impidiéndole vestir la inconfundible túnica azul –con botón rojo- de la corporación de la calle Adriano. De ese mismo día es, precisamente, el último ‘tweet’ de Emilio, muy activo en redes. Una fotografía de la túnica, el escudo, el cíngulo, la medalla y las estampas de sus imágenes titulares evidenciaban que no podría acompañar a su Virgen de la Piedad camino de la Catedral. “Qué difícil va a ser el día...”, rezaba el mensaje publicado. Ya no hubo más.

Con el fin de la Semana Santa se supo que no había vuelta atrás. Había entrado en cuidados paliativos y perdido la consciencia mientras la mala noticia recorría las esquinas de la gran familia del toreo sevillana. “A Emilio le queda muy poquito”, decían sus íntimos. Y tan poquito. Mientras se entregaban los premios Pepe Luis Vázquez de la Caja Rural del Sur se comenzó a propagar la noticia. Ahora sí estaba verdaderamente cerca de la Piedad dejando una legión de amigos y un padre desconsolado haciendo buena la sentencia que acompaña la tumba de Cúchares bajo el crucificado de la Salud de San Bernardo: “dichoso aquel que deje esta tierra sin dejar un enemigo...”

Emilio Moreno, que contaba 43 años, era un personaje inconfundible del entorno del Arenal sevillano y uno de los figurantes más reconocibles del rico universo humano que rodea el bar Taquilla. Era hijo del conocido taurino del mismo nombre con el que compartió labores de apoderamiento y empresa taurina. Bajo su batuta se lanzó la carrera de toreros como Antonio Nazaré o Fernando Robleño, entre otros muchos. Después de algún tiempo alejado de los despachos taurinos se había ilusionado con la incipiente carrera de Marcos Linares. Sevillista e irreductible hermano del Baratillo, en cuya cofradía detentó labores de responsabilidad el Miércoles Santo, deja un recuerdo de bonhomía, simpatía y bondad. Sus restos están siendo velados en el tanatorio de la SE-30 en el que se oficiará un responso por el eterno descanso de su alma este mismo martes a las 16.30 de la tarde.