Femenino no es un género musical

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Pepa Violeta Pepavioleta
22 dic 2019 / 11:06 h - Actualizado: 22 dic 2019 / 11:21 h.
  • Femenino no es un género musical

Con este título tan bien trabajado desembarcaban esta semana en Sevilla las mujeres de la industria de la música, MIM, para hacernos reflexionar y debatir sobre el papel de la mujer en este sector tan masculinizado. Más que necesario, me atrevería a decir que estos encuentros se hacen imprescindibles si queremos acabar con la estructura patriarcal en la que se inserta la cultura musical. Más de una vez hemos debatido en esta tribuna sobre las necesidad de apostar por una oferta cultural de calidad, integradora y en la que se visibilice el trabajo de cantantes, productoras, compositoras, letristas...

Las mujeres de MIM vinieron cargadas de datos, estadísticas y cifras que ponen de relieve lo que ya sabemos, que las mujeres en la industria musical lo tiene difícil para llegar al mismo grado de permeabilidad con sus trabajos que sus compañeros.

La Asociación de Mujeres de la Industria de la Música han puesto sobre la mesa en esta primera jornada MIM en Sevilla, cuestiones a valorar, como el sistema de cuotas para regularizar una dinámica poco favorecedora para las artistas, la paridad en el sector y la presencia de cantantes o bandas femeninas en los festivales (EtnoSur, Polar Sound, Rock Fest o el RESURRECTION, entre una infinidad más que se celebran en España cada año).

Según datos que pueden consultarse en la web Mujeres y Música, tras el análisis de festivales en España celebrados en 2019, se ha llegado a una media del 19,17% de representación de mujeres en los carteles. Estos datos, representan una subida de seis puntos con respecto al año pasado, y de ocho si ponemos la vista dos intervalos atrás. Pequeños avances, tímidos y algo lentos, que nos demuestran una vez más, la necesidad de ponerse las pilas ya. Con respecto a los festivales están los que hacen los deberes y a los que hay que darle un buen tirón de orejas. Aprueban con nota Madrid Popfest, FIB y Primavera Sound, que cada año se implican un poco más para mantener la equidad como seña de identidad. Suspenden el Rock Fest y el Viña, que o no tienen directamente presencia femenina en su programación, o cuando aparecen mujeres son en bandas mixtas y de forma residual.

Tal y como hablaron algunas de las profesionales de la industria en el encuentro de esta semana en la ciudad, es curioso como en los grandes festivales, especialmente los de rock, metal y punk, la presencia de mujeres en sus carteles es casi anecdótica. Paradójicamente otro tipo de festivales más sensibilizados con estas cuestiones como el Nocturama, se va preocupando cada año por mantener la equidad en sus equipos de trabajo y en su programación. Nos encontramos en un contexto en el que las mujeres ocupan mayoritariamente puestos de staff, pero ya eso de subirlas a un escenario hay que pensarlo mejor. Justo de esto hablaba María Villalón, cantante y escritora malagueña conocida por haber ganado los programas de televisión «Factor X» y «Tu cara me suena», actualmente de gira con “Desde Ayamonte hasta Fado”.

“Me da pena reconocerlo, pero desde que me dedico a esto he tenido que escuchar muchas veces que la gente prefiere ver a un hombre antes que a una mujer en el escenario. Para consumir música y gastarnos el dinero en conciertos si nos tienen en cuenta a las mujeres, pero subirse a un escenario ya es otra cosa”. Tremenda confesión provocó el aplauso de un público que entendía perfectamente a qué se estaba refiriendo María.

Javier Rivera, músico y ex componente de Pony Bravo, actual coordinador de la Agencia de Instituciones Culturales de la Junta de Andalucía, aprovechó esta reunión en Gallo Rojo Factoría de Creación, para reiterar el mensaje de sus compañeras MIM y propiciar la reflexión sobre cuestiones que pasan inadvertidas, pero a las que hay que prestar atención, si queremos acabar con la desigualdad en el sector. ¿Dónde están las mujeres en la programación artística y la autoría?, ¿qué ocurre para que la presencia de mujeres en los órganos de dirección caiga en picado?. Sobre estas cuestiones se abrió un debate en el que pudimos llegar a la conclusión de que el apoyo institucional, hacer cumplir las leyes de igualdad en el ámbito cultural y el trabajo asociativo, se hace imprescindible para desterrar el machismo de la industria.

Hablar de mujeres en la industria musical, desafortunadamente implica hablar también de precariedad. Nos encontramos con grandes profesionales, que además de luchar con la invisibilidad tiene que hacer frente a la pobreza. Bien es sabido que este sector mueve muchísimo dinero en nuestro país, pero no todas son Rosalía. Y ante este desequilibrio, más la imposibilidad de conciliar, muchas mujeres deciden abandonar sus carreras prematuramente.

Precisamente, la presencia de hombres en encuentros de estas características abre las puertas a la reflexión y al compromiso de trabajar de forma conjunta, para garantizar que las artistas puedan disfrutar de las mismas oportunidades que los hombres y acabar con un machismo que a día de hoy borra de un plumazo nuestro derecho ciudadano de absorber cultura sin sesgos. Necesitamos mujeres que nos hagan vibrar con su forma de entender este arte que nace de las entrañas, dejarnos acariciar el alma con sus letras, observar y vivir mundo a través de sus ojos. Construir relato y retrato. Tener modelos donde poder reflejarnos y sabernos conscientes de que podemos y debemos estar.