Los medios y los días

Feminismo y simonismo

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02 jul 2020 / 05:00 h - Actualizado: 02 jul 2020 / 05:00 h.
"Los medios y los días"
  • Feminismo y simonismo

Vengo observando de un tiempo a esta parte que numerosas mujeres generalmente del sector feminista progre nos ponen a los hombres como modelo a seguir a Fernando Simón que sería el arquetipo masculino ideal. Bueno, mire usted, ya no estamos ante la ambigüedad, ya tenemos un santo patrón, oh, tú, eres Simón-Pedro que significa piedra y sobre esa piedra edificaremos el templo de nuestra masculinidad.

El muchacho lo tiene todo. Para empezar, carita de no haber roto un plato, al revés, debe fregarlos con arte, mucho más que el que me doy yo cuando intento imprimirle esplendor a los míos; sus ojitos son claros, es un santo Job que se viste de paciencia y no es fácil desvestirlo -ya veo que por lo menos se ha quitado el jersey de la cremallera para que no le entre el piojo verde-, paciencia para aguantar las preguntas de los periodistas antigubernamentales que todos los días escriben lo mismo: que el gobierno y el propio Simón son los malos de la pandemia que no cesa.

“La paciencia es la madre de la ciencia”, se decía antes, aunque en eso Simón no anda fino, se dio mucha prisa en ocultar el mal que nos acechaba. Además, ahora se dan a luz artículos pretendidamente científicos en un momento y la gente quiere que le faciliten una vacuna como lo ha visto en las películas de catástrofes en las que pasa algo y llegan dos investigadores al 50 por ciento -una ella y un él- Jóvenes Aunque Suficientemente Preparados (JASP), que lo mismo lanzan una hipótesis que pilotan un cohete y matan al malo y en 90 minutos de película ambos genios han estudiado la situación y crean una vacuna para que todo termine bien y la Humanidad supere otro escollo en su doloroso caminar.

Miles de científicos habrá por ahí probando vacunas y los soldados chinos estarán acojonados porque a ver quién se va a negar a que le pinchen si lo dice Xi Jin Ping que es un nombre muy ridículo porque no tiene ni una vocal fuerte sino sólo una que además de ser débil es la más cachonda, parece un nombre que se pronuncia dando saltitos y que me perdone Xi, se lo digo con todo cariño, me encantan los tallarines con brotes de soja porque además están de moda al llevar la palabra brote, Sánchez está indisolublemente unido a los brotes Covid-19 y su compañero ZP lo estuvo a los brotes verdes.

Por cierto, ZP era otro modelo para las feministas pero Simón es más dulce, ya no sirve tampoco el arquetipo de hombre que definió Serrat en su canción Pueblo blanco donde el hombre, en relación con la mujer, tenía que ser “fuerte para ser su señor y tierno para el amor”. No, eso es tomar a la mujer por una blandengue de esas que se llevan todo el tiempo pegando gritos desaforados en las películas de miedo.

Ahora es mejor Simón. Se le ve buena gente, yo ya he dicho que con su curriculum me da en la nariz que debe ser una especie de buen misionero en plan seglar, muy solidario, justo, igualitario.

Sí, me han convencido, voy a ver si mejoro y me hago feminista-simonista porque a mí me gustaba más el estilo de Mojinos Escozíos pero ya hace tiempo que “El Sevilla” hizo acto de contrición, dolor de los pecados y propósito de la enmienda para estar a la altura de estos venturosos y santos tiempos.