Llega uno de los momentos que más me gustan como aficionado al fútbol: el del verano y las serpientes de rumores en cuanto al trasiego de futbolistas.
Que si este se vende, que si este va para alá a cambio de aquel, que si este ya no sirve y que si se envía a tal sitio con un lacito... Eso lo escucho a diario en las redes sociales o en las tertulias entre amigos.
Se habla de los futbolistas como si fueran cabezas de ganado, “este no vale 50 millones de euros”, “el Madrid se va a gastar 80 millones en uno”, “Diego Carlos es un traidor”, “Ceballos es un paquete”, y es que sigue habiendo tantos “entrenadores” y “entendidos” de fútbol como personas hay.
No sé donde va a llegar el futbol, hacía no mucho tiempo leía el sueldazo de Mbapé –de París Saint Germain / PSG- y que era desproporcionado: 100 millones de euros y capacidad de decidir e intervenir en fichajes, en entrenador, jugadores, lo siguiente será que le darán serán las llaves del estadio... Un jugador es eso: un jugador y no debe tener más atribuciones de las que precisa. ¿Donde vamos a llegar? El futbol es una locura donde se ha perdido el respeto al dinero y a las personas.
Considero que pagar 100 millones de euros por cualquier futbolista es una falta de respeto (habrá quién no lo considere así pero es mi opinión) pero no se puede pedir demasiado en un mundo, el del futbol, que hace tiempo perdió el respeto por sí mismo.
Antiguamente la supercopa de España la jugaban dos equipos, el campeón de la Copa del Rey y el de la Liga... ¡Ah! Y se jugaba en España...
Ahora no, ahora la juegan los dos anteriores y el segundo de la Liga y el finalista de la Copa y si puede ser posible que sean Real Madrid y Barcelona en la final que vende más teniendo en cuenta que el reparto económico no es equitativo y que estos cobran más que el resto que tienen que estar... Ya los árbitros o quien sea se encarga de ello (es una humilde opinión).
Luego no se juega en España, se lleva a Marruecos, a Qatar... ¿Qué se nos ha perdido allí? ¡Ah! La cartera, que eso es importante para gente que cobra 3 y se queda 2...
Con los nombres que suenan para todos los equipos, incluidos los sevillanos, -que se podrían hacer dos plantillas y no habría dinero que lo pagara- considero heroico lo que ha dicho Pepe Castro, presidente del Sevilla FC: se venden jugadores por que se necesita el dinero y con el escudo no se llega a finales ni se clasifica uno para la Champion. Eso es un ejercicio de sinceridad enorme. Es así, el modelo económico en el fútbol ha cambiado y eso hace que se busque compensar déficit a costa de vender los activos que se tiene que, normalmente son los mejores jugadores, olvidando el “cariño” que se les pueda tener o la pena por venderlo. Un aplauso a Castro por ello.
Otro ejercicio de sinceridad fue el de Catalán cuando en el transcurso de una entrevista le hablaban de hipotéticos fichajes del Betis y él decía que el conjunto verdiblanco no tenía poder económico para ello, que no tenían dinero vamos. Pues eso es de admirar pues el Betis no es ningún equipo potentado económicamente hablando, eso es una realidad.
En este fútbol extraño en el que equipos como el FC. Barcelona o el Valencia CF deben dinero y hasta callarse, en el que siguen optando a fichajes carísimos cuando aún deben dinero de los anteriores, en un fútbol sin memoria, ese ejercicio de cordura de los rectores de los equipos hispalenses es una llamada de atención. Qué sí, que luego ellos tienen jugadores caros, pero al menos reconocen limitaciones.
Indecente es ver como Cristiano Ronaldo cobra un pastizal, o Neymar, o Messi, o Bale o tantos otros y que el aficionado, el que sostiene este circo, le cuesta trabajo llegar a final de mes pero que en agosto es el primero en hacer un esfuerzo y sacarse el carnet suyo y de la familia.
Esfuerzo es el que trabaja ocho horas diarias y tiene un sueldo corto y tantas penurias económicas que esta gente –los ricos del fútbol, que también los hay humildes- no van a pasar en su vida... Pero esto es un espectáculo y los espectáculos se pagan (y muy caros) allá donde también debe imperar una advertencia: como espectáculos que son no se espera ni equidad ni justicia, siempre hay un bueno y un malo, siempre hay damnificados y jueces que tienen sus preferencias. A buen entendedor...