Fiestón por media línea

A los sevillanos nos encanta una fiesta. Nos da igual el motivo. Por nimio que sea, nosotros lo festejamos a lo grande.

Ayer celebramos que la Junta y el Gobierno firmaron el convenio para la financiación de media línea de Metro. MEDIA LÍNEA, señores. Estamos elevando a categoría de bingo especial lo que no llega ni a reintegro.

Lo peor de todo es esa cara de satisfacción de todos los asistentes a la firma de este paripé: la Junta, el Ayuntamiento, el Gobierno y la sociedad civil. Todos, sin excepción, se congratularon de tal “avance”.

En el año 1972 se origina el primer anteproyecto del Metro de Sevilla. 51 años después, tenemos una línea y vamos a por otra media. A este ritmo, serán nuestros tataranietos los que disfruten de una red completa.

En Bilbao ya tienen 3 líneas de Metro, y van a por la cuarta y la quinta. En Málaga disponen de dos líneas que se construyeron en este milenio. De Madrid y Barcelona mejor no hablar porque la comparativa haría llorar a cualquiera.

Que los gobernantes nos tomen por tontos es algo a lo que estamos acostumbrados. Da igual el color político, ayer en la foto todos estaban exultantes. El gran problema es que nosotros mismos somos los primeros que nos conformamos con un chupito cuando nos hace falta una garrafa.

Seguimos pidiendo perdón por celebrar la Expo del 92 y por todo lo que se invirtió en Sevilla. Hemos pagado unos intereses muy altos en forma de abandono por la realización de dicho evento.

Roma no paga a traidores y España sigue su ejemplo con Sevilla. La diferencia es que nosotros no traicionamos al país, sólo nos traicionamos a nosotros mismos con esta actitud.