Era una medida absurda la de que hubiera que llevar mascarilla en la playa, en la piscina y en el campo, porque según la comunidad científica internacional, al aire libre no es necesaria la dichosa prenda de protección. Pero en Semana Santa había que evitar como fuese que los ciudadanos se echaran en masa al mar o a la sierra. Lógicamente, si a usted le dicen que tiene que bañarse o subir montes con mascarilla, se queda en casa, y esa era la idea. Mejor pasear por las calles de Sevilla en traje de flamenca, vestidos de torero o de palmero, que hay que ayudar a estos sectores.
La verdad es que si ha habido algo en esta pandemia que habrá que hacerse mirar es el descontrol, las indecisiones, el hoy sí y mañana no, etc. Muchas de estas medidas tan absurdas son una estrategia para desviar la atención sobre asuntos tan graves como que estamos a la cabeza del paro en Europa, sobre todo del desempleo juvenil. Ayer daba algo de vergüenza ajena ver cómo algunos medios de comunicación hablaban ya de recuperación del empleo y la economía, por los buenos datos datos de marzo, cuando se sabe que es siempre un mes de creación de puestos de trabajo por la Semana Santa.
La idea de que haya una especie de Feria de Abril en el casco antiguo de Sevilla para dar un respiro a los bares y restaurantes de la ciudad, está bien si se extreman las medidas de seguridad. Pero ya sabemos cómo somos, que nos dan la mano y nos agarramos el pie. Con la cuarta ola asomando la cabeza, estas cosas hay que hacerlas bien o no hacerlas, que luego vienen las lamentaciones y hay que recordar que seguimos teniendo casi doscientos muertos diarios en nuestro país y que contamos ya con más de cien mil.
Menos mal que el presidente del Gobierno ha aparecido por fin a tranquilizarnos, como hizo en julio del pasado año, casi para decirnos que ha comenzado el principio del fin de la pandemia y que vamos a tener vacunas de sobra para todos porque van a llegar a tropel. Esto tiene mucho que ver con la campaña electoral madrileña, sin duda, y muy mal lo tiene que ver Pedro Sánchez para reaparecer con tan buenas noticias, una vez más, como el que sale a darse una pataíta por bulerías.