La Tostá

Flores para Rancapino

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
27 may 2021 / 09:59 h - Actualizado: 27 may 2021 / 10:06 h.
"La Tostá"
  • Flores para Rancapino

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La Bienal de Cádiz, Jerez y los Puertos estará dedicada al maestro Alonso Núñez Núñez Rancapino, chiclanero de bronce viejo con una voz que parece sacada del pecho de Antonio el Fillo, Aurelio o Caracol. Que cante todavía, aunque le cueste, es un milagro pero lo hace y es aún capaz de meternos el duende debajo de la piel. Los grandes maestros se están yendo y cada día tiene más valor su presencia, la de un cantaor gitano puro que mantiene vivo el importante legado de otros grandes maestros. Ahora que tanto se polemiza con el origen del cante jondo, que unos llaman flamenco y otros gitano, hay que decir que cuando canta este hombre, el nieto de La Obispa, el cante es sobre todo andaluz y de esa zona de Andalucía donde suena, sabe y huele tan bien. Recuerdo cuando hace cuarenta años estaba en casi todos los festivales y era un espectáculo escucharlo bordar las malagueñas del Mellizo, las soleares de Alcalá o los fandangos de Caracol y Antonio el de la Calzá. Don Alonso es un gran copista, y entiéndase lo de copista no como una mera imitación de otros cantaores sino como un intérprete que se ajusta a la partitura, si habláramos de música clásica. El flamenco lo es, aunque haya quien lo discuta. Interpretar bien a los grandes maestros es muy importante porque es una manera de que no se pierda el legado que nos dejaron. Pero al margen de eso, Rancapino tiene su sello, una voz muy peculiar, una manera de templar el cante que recuerda tanto a los intérpretes gitanos de antaño y, sobre todo, una rara pureza para los tiempos que corren. Entiéndase lo de pureza como sinceridad y autenticidad, claro, y no como otra cosa, que no está el horno para bollos. Rancapino es la pureza personificada y este nuevo reconocimiento a su carrera y su arte es no solo reconocer eso sino también una manera de estar y vivir en flamenco. Felicidades al maestro.