Frigenti, Adara, Cristina Porta, los celebrities de ‘Masterchef’ y lo tocinos que podemos llegar a ser

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10 nov 2021 / 14:31 h - Actualizado: 10 nov 2021 / 14:53 h.
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  • Frigenti, Adara, Cristina Porta, los celebrities de ‘Masterchef’ y lo tocinos que podemos llegar a ser

Algunas de las noticias de la semana tienen que ver con programas como ‘Secret Stoy: La casa de los secretos’, ‘Masterchef’ o ‘La isla de las tentaciones’. No es exagerado decir algo así. Parece que todo lo que tenga que ver con la casquería mediática es más interesante para el personal que las noticias de calado. Por ejemplo, en la frontera polaca se está produciendo una situación peligrosísma y no genera el mismo interés que cualquier idiotez que sucede en un programa plagado de mamarrachos.

El tiempo medio de lectura, al día, en España es de 20 minutos por persona. Entre los que leen, claro. Si introducimos en la ecuación a los que no lo hacen nunca, ese dato es ridículo.

El tiempo medio dedicado a actividades culturales, a la semana, en España es de 10 minutos.

El tiempo medio navegando en las redes sociales, al día, en España es de 4 horas. Sí, de 4 horas.

El tiempo medio que los españoles pasamos frente al televisor (cada día) es de 4 horas. No son pocos los que miran el televisor y la pantalla del móvil al mismo tiempo.

Existen personas en España que no gastan un solo euro al mes para ir al cine o comprar un vídeo. Pero, esas mismas personas, confiesan enviar mensajes carísimos con los que intervenir en el devenir de los programas de televisión basura. Algunos confiesan dejar sus cuentas corrientes bajo mínimos por esta causa.

Este es el panorama. Y creo yo que debería ser motivo de preocupación.

Nos importa más saber qué sucede en un reality, en el que el objetivo es estar de fiesta sin jugársela a tu novia o a tu novio que, por ejemplo, lo que dice Juan Benet en su extraordinaria novela «Herrumbrosas lanzas». Nos importa mucho más saber qué insulto van a dedicarse los concursantes de un reality en el que el objetivo es sobrevivir a todo tipo de ataques personales que, por ejemplo, ver una película de Tarkosky (cine de muchos quilates que nadie debería perderse y que casi nadie ha visto). Nos importa cómo va vestida la reina de España o una modelo cuando van de compras aunque no pisamos ni a tiros un museo en el que se expone una colección de arte moderno.

¿De verdad que alguien cree que lo que dice el tal Frigenti con tono histérico y malévolo tiene algún interés? ¿Es normal que estemos más pendientes de lo que pasa en ‘Cantora que lo que sucede en el Congrreso de los Diputados? Ya sé que una rotura de la caldera o l< dimisión de un ministro es más coñazo que una herencia disparatada, pero no es normal; no lo es.

Somos un país que pelea contra sí mismo desde hace siglos. Y no ganamos la batalla a nuestra parte más zafia ni por equivocación. Pobre España.