Ojana in Excelsis

Habemus castañas

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Juanmi Vega @Juanmivegar
17 oct 2020 / 05:00 h - Actualizado: 17 oct 2020 / 05:00 h.
"Ojana in Excelsis"
  • Habemus castañas

Ya han llegado a las calles del centro. Es el sahumerio de la Navidad, lo que nos indica que tenemos que guardar las camisetas y los pantalones cortos para empezar a sacar las gabardinas, chalecos de borreguitos, ponerle a la colcha el relleno de espuma, probar los paraguas para que no tengan agujeros, guardar los ventiladores y tener a mano los pijamas.

El tío de las castañas a la Navidad es como la carta del Consejo a los abonados para renovar las sillas. Es un presagio de lo que está a la vuelta de la esquina.

En dos meses, si la situación sanitaria lo permite, ya habremos celebrado la primera cena copiosa con nuestros familiares y seres queridos.

Estas navidades serán únicas, al igual que lo fue la Semana Santa, la Feria, el Corpus y hasta el verano. Las de 2019 las pudimos disfrutar plenas. Hubo abrazos y besos por doquier, las sillas en las casas estaban apelotonadas unas con otras para hacer sitio. Todos comían de la misma fuente de los langostinos las conversaciones seguían girando en torno a la política, el fútbol y una leve pasada a lo que ocurría en China.

No habrá cabalgata de Reyes Magos. Tampoco tendremos feria del Belén ni juegos de luces en algunas de las fachadas más emblemáticas de la ciudad. Tampoco disfrutaremos de la salida procesional de la Virgen del Rocío del Salvador, ni de los cotillones a precio de menú en el Bulli y, previsiblemente, tampoco habrá colas kilométricas para ver los belenes que instalan las grandes corporaciones de la ciudad.

El turismo será residual. No habrá guiris paseando en camiseta mientras los sevillanos vamos con bufandas. Tampoco habrá niños con globos de helio absorbiendo el gas para hacer la gracia de la voz de pito.

Nuestro globo se pinchó con una aguja invisible que nos atraviesa sin darnos cuenta.

Las castañas son como los Huevos Kinder: algunas vienen con sorpresa, la diferencia es que todos estamos deseando que nunca nos toque. Como el coronavirus.