Me gusta empezar la mañana haciendo una pequeña rutina deportiva para activar el cuerpo, ¡es una forma magnífica de activar también la mente! Me levanto a las 6 de la mañana, extiendo mi esterilla deportiva en el suelo y disfruto de mis 30 minutos de ejercicio. Ayer, mientras hacía el puente, giré mi cabeza a un lado y ví como la luz dibujaba la sombra de mi cara, me hizo especialmente gracia ver la silueta de mis pestañas, que curioso... ¿cómo algo tan pequeñito podía proyectar una sombra tan chula? Esto me hizo reflexionar sobre la importancia de las cosas...
Si algo aparentemente tan insignificante, tan nimio como unas pestañas dibujaba aquella sombra cuasi-artística, si prestamos atención ¿que sombra no proyectaran las cosas más llamativas? Empecé a pensar... Todas las cosas que hacemos, hasta las más pequeñas, ¡dejan su huella! (¡como la sombra de las pestañas!) por lo que con nuestra actitud, nuestras decisiones y acciones podemos proyectar un tipo de sombra u otra, pero no dudes de que la proyección está ahí...
Un detalle tan sencillo como saludar cuando llegas a un sitio; el hecho de que des las gracias o no cuando alguien hace algo por ti; el atender con una sonrisa a quien te habla a pesar de haber tenido un día duro; el ayudar a tu hijo cuando te necesita con los deberes; el estar atento a las necesidades de tu mascota... Son sólo algunos ejemplos sencillos que proyectan tu sombra en un sentido o otro...
Todo importa, pero no todo vale...
En no pocas ocasiones he escuchado aquello del: "todo vale", y aunque vivamos en una democracia, no, no todo vale, pero sí todo importa. Me explico. No todo vale porque hay veces que se toman decisiones correctas mientras, en otras ocasiones, se adoptan decisiones erróneas, nos pasa a todos, somos humanos... Cuando nosotros mismos o alguien en nuestro entorno hace algo bien, lo suyo es que nos alegremos, que nos felicitemos, eso es más que valido; pero cuando metemos la pata, "no vale" solamente decir "no pasa nada" (tampoco te tienes que fustigar) pero si hay que intentar arreglar las equivocaciones, de ahí el "no todo vale".
Sin embargo, subrayo que todo "si importa" porque con nuestras acciones, decisiones, actitudes acertadas o erróneas estamos generando unas consecuencias en un sentido u en otro; por ello, si bien no todo vale, todo si importa...
Recuerda, en la próxima ocasión que tengas que tomar una decisión y te entren las dudas, ten presente que los principios no engañan, están presentes en lo grande y en lo pequeño... ¡Como la sombra de las pestañas!