Hazteoir, el pene y la vulva

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Miguel Aranguren @miguelarangurn
07 feb 2019 / 08:46 h - Actualizado: 07 feb 2019 / 13:38 h.
  • Hazteoir, el pene y la vulva

Un autobús recorrió Madrid con un anuncio que llamó a escándalo a los mismos que, en vez de autobuses, utilizan todos los medios a su alcance para imponer a niños, jóvenes y mayores la dictadura de la teoría de género. El mensaje de aquella publicidad mostraba la naturalidad de la lógica de la observación: “Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen”, respuesta, a mi juicio, equilibrada a otra campaña de publicidad, esta vez en marquesinas y estaciones de metro de Navarra y País Vasco, que venía a afirmar lo contrario: “Hay niñas con pene y niños con vulva. Así de sencillo”, tratando de hacer un lío a quienes ponen en duda la lógica de la observación. En el primer caso, el anuncio del autobús tuvo la sensatez de no ilustrar su mensaje con ninguna imagen de niños y niñas mostrando el pene y la vulva. En el segundo, mediante un dibujo de corte realista, el anuncio venía ilustrado por dos niños y dos niñas que corren desnudos y de la mano, con la singularidad de que uno y una traen el sexo que no les corresponde, en gruesa manipulación de la realidad.

A la asociación responsable del anuncio del autobús, el Ministerio del Interior le acaba de retirar, a modo de castigo ejemplarizante, el reconocimiento de “utilidad pública”, al que tienen derecho y por el que hasta ahora han podido presentarse a las convocatorias de subvenciones de la administración, así como sus socios y donantes han podido desgravar las cantidades que libremente han entregado a la institución.

Se da la coincidencia de que el ministro del ramo ha reconocido públicamente su homosexualidad y su vinculación con el colectivo LGTB, lo que todos respetamos aunque sea el mismo colectivo que promueve numerosos programas no solo para la normalización de las conductas que practican en la intimidad sino para la imposición de su modo de experimentar la sexualidad, destinados principalmente a niños y adolescentes, objetos de una lluvia fina, moderada y tormentosa del único modelo de ser humano que su lobby da por válido.

La decisión del Gobierno contra la asociación Hazteoir es un flagrante abuso de autoridad, una muestra más del empeño de imponer la amenaza y el rodillo de un pensamiento único y -yo no lo dudo-, en una combinación de posibilidades y experiencias sexuales cada cual más artera. Supongo (es solo un suponer), que mientras Marlaska lleva de la oreja y al rincón a los de Hazteoir, numerosas entidades privadas dedicadas a actividades delictivas (en Cataluña y el País Vasco, por ejemplo) siguen inscritas como asociaciones de utilidad pública en el registro del Ministerio del Interior, listas a percibir el dinero de todos.